14 Reglas para un liderazgo que marque la diferencia

liderazgo que marque la diferencia

Estas son 14 reglas breves para que el líder merezca llamarse tal, y su ministerio haga la diferencia para la Generación que lo cuenta en sus filas:

1. Soluciona el problema, no la culpa. Es mucho más productivo y menos caro solucionar lo que está mal, que perder tiempo tratando de descubrir quién tuvo la culpa.

2. Dile a tus jóvenes lo que tú quieres, y cómo se hace. Vas a encontrar gente más dispuesta y menos defensiva si les das una guía de qué hacer en lugar de volcarle instrucciones para hacerlo. Si lo haces, verás que, con el paso del tiempo, tendrán más iniciativa y más deseos de innovar.

3. No hagas cualquier cosa. Tu trabajo como líder es «planear, organizar, controlar y dirigir». No desperdicies tiempo valioso retrocediendo a hacer lo que Tú hacías antes de llegar a ser El Líder. Sabemos que a ti eso te gusta y lo disfrutas, porque lo haces bien. Pero ahora necesitas concentrar tus esfuerzos en conducir, no en «hacer».

4. No se puede compensar un mal arranque. Si un proyecto o un trabajo arrancan mal, generalmente es difícil recuperar el terreno. Planea bien el comienzo y nunca te arrepentirás.

5. Conduce con el ejemplo. Si le tienes que pedirle a tus discípulos que se queden después de hora, permanece con ellos en ese momento.

6. Delega las cosas sencillas. Lo que Tú haces bien es lo que debes delegar. Conserva en tus manos lo que es dificultoso o presenta desafíos.

7. No caigas en la tentación de la apariencia. Trabaja con tus líderes con felicidad. No actúes «a lo grande». No trates de imitar a la gente importante, disfruta de la compañía de tus compañeros de ministerio. Nunca creas que sabe todo. Nunca devuelvas maldad con maldad. Actúa de forma tal que todos puedan notar tu honestidad.

8. Aprenda de los errores de otros. Uno no vive lo suficiente como para cometerlos todos.

9. Con la boca abierta no se escucha. Tus líderes, tus discípulos, tus compañeros y tus jóvenes tienen, todos, algo de valor para decir. Escucha a la gente que te rodea. Nunca aprenderás qué es lo que saben si tú los tapas con tu propia conversación. Recuerda, la única cosa que puede salir de tu boca es algo que tú ya sabe. Si te callas, aprenderás.

10. Pon en práctica lo que proclames. Para conducir, hay que hacerlo con el ejemplo.

11. Los líderes crean el cambio. Si Tú conduces, tu ministerio generará cambios. Asegúrate de estar preparado para ellos y para el impacto que va a tener en la gente que está dentro y fuera de su grupo. Si Tú no está haciendo cambios, no estás conduciendo.

12. No te pongas límites. La diferencia entre los líderes y los demás es que los primeros no se fijan límites a sí mismos. Hay bastante gente tratando de limitar lo que Tú haces. No seas otro más en esa lista.

13. En aguas calmas, cualquier maneja el barco. Lo que lo diferenciará en tu carrera es como te las arreglas en momentos difíciles. No te vuelvas complaciente ni te relajes sólo porque las cosas están yendo bien. Anticípate a las turbulencias.

14. Haz la diferencia. El grupo que lideras tiene que ser más efectivo y productivo que ti cuando Tú no estás. Esto será vivo testimonio de tu capacidad de Liderazgo, es decir has formado en ellos mejores líderes que ti mismo.

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