7 razones por las cuales la iglesia no se involucra con las canciones

7 razones por las cuales la iglesia no se involucra con las canciones

Si eres un director de alabanza ya sabrás lo frustrante que puede ser cuando la congregación no se involucra en el tiempo musical de alabanza y adoración. Le estás dando con todo y no ves a nadie cantar contigo o levantar manos, sonreir, parece como si te estuvieran retando.NO es nuestro trabajo hacer que hagan todas estas cosas, más bien es promover una conexión entre ellos y Dios a través de la música pero tengo que admitir que se siente muy feo cuando no ves la participación de la gente.

La mayoría del tiempo son cosas que se pueden arreglar, como directores de alabanza necesitamos  ser estudiantes de nuestra propia congregación, escoger apropiadamente las canciones, sonido y experiencias que animen a las personas a que participen.

A continuación  7 posibles causas por las que la gente no se conecta contigo:

1-Tu música es muy confusa: Esto viene en 2 opciones, posiblemente tus canciones están demasiado complejas o elaboradas. No está mal ser creativos, sólo que algunas veces la creatividad hace que las personas pierdan el enfoque y se dediquen a simplemente observar. La otra opción puede ser que tu música es terriblemente confusa. Director de alabanza desafinado, músicos tocando versos cuando el director está cantando el coro, por eso es tan importante ensayar y prepararse.

2-Tus canciones no son cantables: Vamos a admitirlo, nos gusta elegir canciones que nos quedan super bien donde podamos lucir nuestros arreglos vocales aunque a la gente no le quede bien, a lo mejor son tonos  muy bajos para algunos o muy altos para otros. Lo que necesitas es cantar canciones en tonos que invitan a la gente a cantar contigo. Hay muchas canciones hoy en día que sus versos son muy bajos mientras que el coro está en las nubes. Como director de alabanza tienes la responsabilidad de buscar canciones con tonos que la gente promedio pueda cantar.

3-Tus canciones no son suficientemente conocidas: No hay nada de malo en presentar nuevas canciones, el problema radica cuando cantamos demasiadas canciones nuevas y no le hemos dado tiempo suficiente a la gente para que se familiarice con ellas, como consecuencia la gente se concentra en la letra que estás proyectando en lugar de conectarse contigo. Obviamente cuando la cantas por primera vez es lógico que la gente hará esto,  pero en una lista de canciones que tiene mucho material nuevo se abre más la posibilidad a desconectarse.

4-Tu banda está desconectada: ¿Cuántas veces has notado que estás en medio de un tiempo musical precioso de alabanza y adoración y tu banda se ve aburrida, sin emoción? A lo mejor están perdidos en sus propios arreglos musicales, ni siquiera alzan la vista. No están sonriendo, cantando o adorando. Mucha gente llega con cargas, situaciones difíciles y lo primero que hacen es VER al equipo de alabanza que está adelante, esperan a ser guiados a un lugar y lo que ven es una banda desconectada. Anima a tu equipo a que ministren con todo su ser no importando sin son músicos, digo esto porque por lo general los músicos se dedican a tocar solamente y no cantan con el equipo, no me refiero a que usen micrófono mas bien a que participen todos como un sólo equipo.

5-Tú no te conectas con las generaciones: Conoce tu audiencia, ¿quién está en la congregación? ¿Son niños, jóvenes o de mayor edad? Posiblemente están todos en el mismo lugar, por eso debes buscar la manera de cantar canciones que logren conectar a la gente, ya sea a través de canciones modernas, himnos, etc. Cabe la posibilidad de que encontrarás adultos que no les gusta lo que cantas, pero son personas que tienen un corazón listo para adorar si logras conectarlos con sus canciones. A lo mejor has estado cantando por mucho tiempo canciones muy antiguas y ya es tiempo de conectarse con una nueva generación, usa un balance para lograr captar la atención de tus oyentes.

6-Sólo cumples con lo que dice la lista: No dejas campo para lo “imprevisto”, empiezas a cantar lo que dice tu lista y no paras hasta que terminas, todo lo haces de acuerdo a lo que planificaste y no das lugar a momentos espontáneos donde Dios opera directamente, todo sólo porque querías seguir al pie de la letra tu lista. Abre tus ojos y oídos espirituales a lo que Dios quiere hacer, a lo mejor tendrás que cambiar transiciones o cantos, hasta es posible que tengas que hacer silencio y dejar al Espíritu Santo hacer lo que quiera, somo servidores y nuestro interés es que la gente se CONECTE con Dios. Tu preparación y creatividad son importantes pero tienes que estar sensible a esos tiempos, a lo que Dios quiere hacer.

7-La gente no está lista: No es tu culpa, los primeros 6 puntos son tu responsabilidad pero tienes que saber que en algunas ocasiones tu congregación está llena de gente que sencillamente no saben cómo hacerlo, no se les ha educado de como responder en ese tiempo musical. No hay una regla que dicte que en cada servicio todos tienen que saltar, danzar, gritar, levantar manos, correr a la tarima desesperados, por supuesto que disfrutamos cuando eso sucede pero NO ES LA REGLA. Más importante es ser paciente y diligentes con la gente a la que estás guiando en alabanza y adoración a través de la música. A lo mejor tienes mucha gente que son nuevos, acaban de recibir a Jesús en su corazón y sencillamente no saben como expresarse. Enséñales por que levantamos manos, saltamos, celebramos, sé un educador en este tema.

Analiza estos puntos y modifica tus planes si es necesario, te animo a que sigas guiando a la gente en alabanza y adoración, vamos a conectarlos con Dios a través de la música y que nuestra meta sea que dejen de vernos a nosotros y vean a Dios obrando en sus vidas.

 
Escrito por Gherman Sánchez.
Fuente: http://www.directordealabanza.com/2013/08/22/7-razones-por-las-cuales-la-iglesia-no-se-involucra-con-las-canciones/

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