Arriesgados por Amor

Arriesgados-por-Amor---Por-Dante-Gebel

 
Por muy extraño que parezca, por mucho que cueste creerlo a veces, un día aparece esa persona. Esa persona que te que te susurra que te quiere, que sonríe cuando tu sonríes, que hace que con tan solo rozarte la mano te ponga los pelos de punta, que se ríe de tu risa. Que te mire de esa manera profunda…que asusta. Que produzca ese nudo en la garganta. No, no estoy hablando de una persona perfecta, dejaré eso para las películas. Yo me refiero a cuando encuentras a alguien, que lo sientes, que verdaderamente le importas. Que te agarre fuerte de la mano o que te abrace durante un instante y que lo único que te salga pensar sea «ojalá no me soltaras nunca».

Es que a lo largo de nuestra vida, conocemos a alguien, que sin saberlo, logra hacer un hueco en nuestro corazón, hasta el punto de ocuparlo completamente. Esa persona, se convertirá en la razón de cada sonrisa, de cada latido, de esa felicidad que te inunda. Esa persona, lo es todo, pero no nos damos cuenta de lo mucho que nos importa, hasta que nos imaginamos miles de momentos sin esa persona, hasta que la distancia no se pone en medio, no sabemos apreciar cada palabra que se dijo, cada mirada en silencio; y a veces, es demasiado tarde para dar marcha atrás, para decir aquel te quiero que tanto querías decir y no dijiste.

En ocasiones me escriben y me dicen: «Pero Dante ¿y si me animo a decirle lo que siento y me rechaza?», yo les respondo: Tú eliges arriesgarte o guardarl@ en la lista del olvido. Si te dice que no, por lo menos te l@ sacas de la cabeza de una vez, aunque luego te tarde más tiempo quitártel@ del corazón…pero algo es algo, por lo menos sabrás donde estás parad@.

Si me preguntas que haría yo, te diría: Elegiría hablar y no esquivar las miradas. Elegiría querer y todas las consecuencias que eso conlleva. Elegiría que esa sea la persona que llene mis días de sonrisas y mi almohada de recuerdos (porque siempre l@ sueñe). Vamos, toma valor y dile: «Elegí hacerme adict@ a tus miradas, a tus pequeñas y adorables manías, a tu risa, a tu forma de hacer las cosas. Adict@ a ti. Yo elegí arriesgar y jugarme todo por ti, aun sabiendo que podía perderte de un día para otro. Siempre dije que si tú eras un error, yo prefiero equivocarme. Prefiero que seas la mejor equivocación de toda mi vida y no el peor «quizá pudo haber sido…»

 

Escrito por Dante Gebel


Comentarios

1 Comment

  1. Magdalena dice:

    Y una mujer puede hacer esta declaratoria?

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