¿Cómo saber si un avivamiento es de Dios?

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El avivamiento es una palabra que me emociona. Me encanta leer acerca de los grandes despertares provocados por el Espíritu de Dios.

Uno de los avivamientos que más me ha impacto ha sido el primer gran despertar que aconteció bajo el ministerio de Jonathan Edwards en el siglo XVIII. Con gran discernimiento Edwards se dedicó a estudiar los efectos de un avivamiento auténtico y llegó a la conclusión de que hay cinco pruebas indubitables que caracterizan a cualquier despertar genuino del Señor.

Hoy, me gustaría compartir estas cinco señales de Edwards para que nos ayuden a reflexionar sobre nuestro contexto contemporáneo.

Aquí están…

1.- El avivamiento exalta al Cristo verdadero

Un avivamiento enviado por Dios exalta a Jesús. El Jesús verdadero es el Jesús de la Biblia. El Jesús encarnado, crucificado y resucitado. Jesús el Hijo de Dios, el Salvador. Si el avivamiento promociona fe en este Jesús, entonces está presente el Espíritu de Dios. El gran protagonista del despertar no será el predicador ni la denominación evangélica ni las manifestaciones carismáticas, sino Jesucristo. Él se convierte en el centro de todo. El pueblo se regocija en Él. El Espíritu apunta hacia el Dios-hombre, Jesucristo.

2.- El avivamiento derriba el reino de Satanás

Si un avivamiento no produce oposición a lo mundano, no es de Dios. El Espíritu santifica al pueblo del Señor y por lo tanto, un despertar genuino engendra a creyentes serios, santos y solemnes que viven a la luz la eternidad. Se arrepentirán del pecado y tendrán cuidado de no entristecer al Espíritu. Los afectos de su corazón irán dirigidos hacia el Reino de Dios y se deleitarán en las grandiosas promesas del Evangelio. Ya no se gozarán en el lodo del pecado.

3.- El avivamiento se gloría en las Escrituras

El Espíritu de Dios respalda la doctrina apostólica puesto que fue Él quien la inspiró. Ya que el diablo odia el texto bíblico, nunca animaría a nadie a que empezara a tomar en serio las Escrituras. Por lo tanto, cuando un creyente comienza a sentirse apasionado por el estudio bíblico, es una clara señal de que el Espíritu del Señor está poniendo hambre y sed en su corazón. Un avivamiento genuino exalta las enseñanzas bíblicas.

4.- El avivamiento produce frutos santos

El Espíritu es el Espíritu de la verdad. Por consiguiente, el avivamiento es genuino cuando los hombres (mujeres) están plenamente convencidos de las cosas verdaderas. ¿Qué sería una ‘cosa verdadera’? Una cosa fructífera. Edwards nombra varias cosas que son fructíferas: que el hombre sea más sensible ante la realidad de Dios y su naturaleza santa; que se dé cuenta de la brevedad de la vida y la importancia del mundo venidero; que reconozca que tiene un alma inmortal por la cual tendrá que rendir cuentas ante Dios; que no pueda dependerse de sí mismo; que anhele acercarse a la sana doctrina. En fin, dondequiera que el discípulo se aparte radicalmente de las tinieblas, allí está el poder auténtico del Espíritu de Dios.

5.- El avivamiento promueve amor a Dios y a los demás

El amor hacia Dios es algo más que temor y respeto. Se trata de un asunto de los afectos. El creyente se alegra en Dios mientras contempla la excelencia de Jesucristo manifestada en el Evangelio. No es un amor cualquiera. Es un amor basado en el conocimiento de las gloriosas riquezas del carácter de Dios. Esta clase de amor promueve un fruto llamado humildad porque “el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo”.

Esta humildad se verá en el trato de los creyentes con los demás, sobre todo cuando llegan a amar a sus enemigos. Tal amor va en contra del reino de Satanás porque los siervos del diablo se caracterizan por el orgullo y la malicia.

Conclusión

Haría falta volver a avivar estas cinco pruebas en nuestros días para comprobar si los llamados ‘avivamientos’ que se están dando alrededor del mundo están siendo fieles al Espíritu del Señor. Tenemos que dejar de asociar el avivamiento con música intensa, luces, energía, emocionalismo, predicadores carismáticos y volver a resaltar la esencia bíblica.

Así que, si ahora mismo estás inmerso en un avivamiento, déjame hacerte las siguientes cinco preguntas:

¿El avivamiento exalta a Cristo? ¿Derriba el reino de Satanás? ¿Se gloría en las Escrituras? ¿Produce frutos santos? ¿Promueve amor hacia Dios y hacia los demás?

Si tu respuesta es sí, entonces podrás saber que el Espíritu de Dios está moviéndose.

Fuente: http://protestantedigital.com/magacin/36199/Como_saber_si_un_avivamiento_es_de_Dios

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