¿El Humor es Cristiano?

 

Estamos en el Mundo, pero no somos del Mundo…¿Y quién se hace cargo del mundo?

Primero quiero compartir una convicción personal muy arraigada en mi vida. Creo que siempre ha sido responsabilidad de los cristianos influir en la sociedad.

Jesús dijo que el Espíritu es como el viento y él no está hablando de la invisibilidad del Espíritu necesariamente. El viento es una fuerza que toca todo el mundo físico, si bien es invisible, su presencia se deja sentir por todos lados. Así debemos ser nosotros, por la fuerza del Espíritu tocar todas las esferas de la vida.

La misma palabra Iglesia. “EKKLESIA”, Del griego EK: Fuera y Klesis: Llamado o Vocación. Somos los llamados hacia afuera.

El llamado cristiano es a Influir con el Evangelio la sociedad, Jesús usa la imagen de la Sal y la Luz.

Nadie que prueba una comida se centra en la sal, ni nadie que entre a un cuarto iluminado se centra en la luz. Tanto la sal como la luz, su propósito no es lucir, sino influir para que el entorno mejore su condición.

Aunque lamento que algunas iniciativas cristianas ya no desean influenciar, sino Impresionar. Ese es un peligro inminente.

Las Escrituras enfatizan la Soberanía de Dios, dice el Salmo que de Dios es la tierra y su plenitud. En el Nuevo testamento (Mateo 28) Jesús aclara que sobre él es depositada toda la autoridad en todo el Universo.

Entonces, no hay por qué temer de lo que nos espera fuera de las 4 paredes de un templo, al contrario, tenemos credenciales divinas para pisar hasta los lugares más oscuros de la sociedad, es nuestro derecho y deber.

Todo el mundo y toda esfera de la cultura es un escenario para la misión de la iglesia, el problema son los extremos.

Un extremo son los cristianos que frente al encuentro con el Mundo viven desde la trinchera. Aquí caben todos los que viven ese dualismo entre Mundo e Iglesia, y no solo eso, sino que satanizan todo aquello que es parte de la cultura.

En el otro lado del cuadrilátero, están aquellos que no hacen diferencia alguna entre el Evangelio y aquellos valores culturales que son transitorios, considerando estos valores también como Evangelio, cuando no lo son.

Se necesita una gran dosis de cordura y guía de parte de Dios para caminar siendo una luz en la sociedad sin ceder a los anti valores. La “buena noticia”, es que no hay otra opción.

Entonces, antes de continuar es necesario hacer algunas preguntas. ¿Por qué no usar el humor como expresión para transmitir Fe, alegría, preguntas relevantes y verdades fundamentales? ¿El Humor es del “Mundo” o es una expresión del ser humano que también puede redimirse para Dios? ¿Dónde nació esa creencia que el Humor y la risa no tienen nada que ver con la espiritualidad?

Recuerdo la novela “El Nombre de la Rosa”, de Humberto Eco.

El Franciscano Guillermo de Baskerville es llamado a una abadía italiana para defender su punto, que criticaba la ostentada vida de los Papas, apelando a la Pobreza papal. Pero en la abadía acaban de ocurrir una serie de muertes misteriosas.

Varios monjes han muerto envenenados. El Sacerdote presume que en el interior del monasterio se encuentra el libro perdido de Aristóteles (Este libro desapareció en la edad media y no se sabe en detalle su contenido), su segundo libro de “Poética” donde habla del humor y la Risa.

El bibliotecario del monasterio, un anciano ciego llamado Jorge de Burgos, de forma categórica diciente del Franciscano. Es imposible que el libro de Aristóteles se encuentre en el monasterio.

El anciano adusto y encorvado por los años piensa que la risa no ayuda a la espiritualidad, que Dios y el humor son antagónicos.

Pero el franciscano intenta argumentar con Biblia en mano que esa visión no es correcta, que la alegría también es parte de la espiritualidad y aún más, es parte de Dios.

Jorge Burgos representa el mundo de la autoridad absoluta, de la restricción y del prohibicionismo, de aquellos que por mantener la estructura de su religión son capaces de dejar de buscar la verdad o mucho peor, ocultarla.

Guillermo de Baskerville, el hereje. Representa el hombre espiritual que camina en búsqueda de la verdad, de aquel que no teme abrir su mente para reconocer que el evangelio puede ser aún más pertinente en un mundo que va mudando.

Ya han pasado varios siglos desde la santa inquisición, que es donde se hace la adaptación de esta novela y aún hoy, muchos creyentes siguen pensando como ese viejo monje bibliotecario. (No pretendo ser spoiler, pero ese viejo fue el que escondió el libro y es él que pone veneno a las hojas para que se muera todo aquel que lo encuentre y quiera leerlo!!!)

Varias veces me llegan mails de cristianos bien intencionados que procuran hacerme entrar en cordura por esto tan poco “espiritual” como hacer humor en la iglesia. Cuando les pregunto el por qué creen que está mal, me responden con los siguientes argumentos:

 

  1. El evangelio es serio y no es para andar echando bromas.
  2. La manera en que las personas conocen al Señor es por medio de la tristeza del arrepentimiento y no por la risa.
  3. La iglesia no está para entretener.
  4. La risa es una cosa carnal no espiritual.
  5. Jesús nunca se rió.
  6. Jesús no era chistoso.
  7. Lo que hay que predicar, es la condenación y el pecado, no cosas graciosas.
  8. El púlpito es sagrado, no es para contar chistes.
  9. Un pastor debe ser un hombre de Dios, no un payaso.
  10. La predicación debe conmover, no hacer reír.
  11. Hacer humor en el púlpito es acomodar el mensaje.
  12. Los pastores predican el evangelio, mientras los payasos del púlpito solo enseñan un evangelio light.
  13. Están trayendo el mundo a la iglesia.
  14. El Salmo 1 condena a los humoristas, pues dice que no nos debemos juntar con los “burladores”.
  15. Pablo nunca habla de un ministerio del humor.
  16. El pastor me dijo que usted era un falso profeta… y yo le creo a mi pastor!!!

¿Por qué muchos cristianos tenemos la firme convicción que hacer humor o provocar la alegría en un culto es algo que se aparta de la ortodoxia o la espiritualidad sana?

Mi tesis comienza en Grecia.

Es ahí donde nació esta convicción de considerar el humor y la risa como algo impropio.

Un gran filósofo que vivió en el siglo VI A.C, Platón, fue quién propuso una manera muy particular de ver el universo y la vida. Fue él quien separó y categorizó la experiencia humana en dos dimensiones “Cuerpo y Alma”. En esa visión dualista, Platón subestimó toda expresión humana ligada al cuerpo y a la materia y exaltó la dimensión espiritual y pensante.

Esa visión Platónica es muy característica en buena parte de la historia del pensamiento cristiano occidental, y es a partir del segundo siglo que varios pensadores cristianos usaron lenguaje filosófico para entender y defender la Fe.

A estos primeros siglos de la iglesia luego del periodo apostólico se le llama La Patrística.

En esta época, varios intelectuales cristianos, como por ejemplo “Orígenes de Alejandría” (Y varios teólogos Alejandrinos) hicieron uso del lenguaje y de la cosmovisión platónica para enseñar, defender y asumir la Fe cristiana.

Otros como Tertuliano de Cartago, quién fue el primero que acuñó el término “Trinidad”, fue muy influenciado en su vida por el código Romano y la filosofía estoica.

También aparecen dos grandes, Agustín de Hipona, también empapado por Platón y los estoicos. Y en el siglo XIII, sale en escena Tomás de Aquino quién cristianiza los trabajos de Aristóteles, haciendo una versión cristiana de su propuesta filosófica.

Varias imágenes “Bíblicas” que usamos hoy en nuestras predicaciones, tales como “Cuerpo, Alma. Espíritu”, “Carne”, “Eternidad”, “Salvación”, “Pecado”, “Dios”, “Teología”, “Santidad”, “Expiación”, “Pecado” “Culpa”, “Mundo”, “inmutabilidad” etc. En muchos casos están profundamente trastocados por estos filósofos. Aunque no nos demos cuenta, somos hijos de la filosofía griega.

Muchas veces veo a predicadores enseñar la Biblia, hablar de la Biblia, pero interpretan las imágenes de la Biblia con una visión claramente griega.

En cuanto al humor, cuando los grandes filósofos clásicos trataron el tema, casi siempre fue para hablar mal de la risa o para ignorarla.

Se cuenta que Tales de Mileto, el Padre de la Filosofía griega, cayó en un pozo por estar mirando las estrellas. En ese chascarro, una esclava Tracia de ríe de él.

Tracia era una zona donde proliferaba el culto a Dionisio, el dios del Vino. Las fiestas a Dionisio eran símbolo del exceso y el sin razón.

Desde el primer momento en la filosofía griega se contrapone el primer representante del pensar racional, Tales. Y el representante de la vida vulgar y torpe, la esclava.

La Razón y la Risa aparecen desde el comienzo como rivales.

Luego Platón en su escrito “El Filebo”, hablando sobre los placeres de la vida, pone en boca de Sócrates que la risa es un vicio, que ningún hombre sabio debe reír, porque eso sería un obstáculo para dominar al “cuerpo” (No olvidemos que para Platón el cuerpo es la cárcel del Alma).

Luego, el mismo filósofo, en “La República”, habla que la carcajada es algo obsceno y perturbador.

Aristóteles fue más enfático en relación al Humor o a lo cómico. En su obra “Ars Poética” dijo que la risa es propia de seres humanos inferiores.

También llegó a decir que la risa es una “mueca” fea que deforma el rostro y deforma la voz.

Agreguemos a esto la rígida postura de los Estoicos, escuela filosófica muy fuerte en los primeros siglos del cristianismo. Zenón, su fundador apelaba a la “Apatheia” (Apatía) como el verdadero camino de la sabiduría. Es decir, el intento de dominar todas las dimensiones emocionales del hombre suprimiéndolas.

Y entrando en la edad media, la cosa no cambió mucho. Varios intelectuales cristianos pensaron y enseñaron la Fe con códigos Filosóficos como estos. En esta etapa histórica aparecen los monasterios, lugares donde hombres y mujeres se apartaban del mundo para hacinarse en cuevas o espacios solitarios, con el único propósito de llevar una vida de oración, penitencia y servicio hacia los más desvalidos. Como efecto de esta mirada estoica-cristiana, es en estos siglos (Sobre todo luego de Agustín de Hipona) que la sexualidad se ve relacionada al pecado original y sólo debía practicarse dentro del matrimonio, con el único fin de la procreación. No es de extrañar que con toda esa carga anti-placer, la vida sin sexo (Castidad) se convirtió en la gran meta del hombre religioso.

Desde entonces, la gran mayoría de líderes cristianos ignoraban o hablaban mal de la risa, la consideraban casi demoniaca, porque estaba ligada al placer y el placer estaba ligado al diablo.

Las expresiones de fe que sobrevaloraban muchos religiosos, se inclinaban a la contemplación, oración, estudio, sufrimiento (algunos auto- provocados), pobreza, ayunos, servicio a los pobres, cantos espirituales y vida en silencio. Es de imaginar que por el contrario, expresiones de carácter más lúdicas eran consideradas como innecesarias o peligrosas.

El Cristo que se adoraba en ese tiempo, tenía dos imágenes claras. La del Todopoderoso reinando sobre el Universo, que a su vez compartía su omnipotencia con la Iglesia enquistada también en el poder político.

Y el Cristo crucificado, que sufre, llora y ora a su Dios por los pecadores.

Fue Agustín de Hipona, el teólogo que propuso que lo más importante en la persona de Jesús no fue su vida ni su mensaje, sino su Muerte, como sacrificio expiatorio por nuestros pecados.

El único gran detalle, es que con esta mirada parcializada, la vida, ejemplo, enseñanzas y obra de Jesús pasan a un segundo plano.

El Crucificado y el Rey del Universo, se levantan por sobre el Galileo y su estilo de Vida.

Con esta teología ni se les ocurra hablar de risa, alegría y humor.
Luego de un tiempo, un hombre dijo que la risa abundaba en la “boca de los tontos” y le creímos, pero ese señor sin saberlo, estaba predicando a los filósofos estoicos.

Hoy, esas declaraciones están obsoletas.

Por eso, volvemos a la pregunta ¿El Humor es cristiano?

El Humor, como el trabajo de usar la risa para comunicar algo, puede ser un puente que comunique Fe, esperanza y amor. Como ya hemos visto, las visiones más recalcitrantes en contra del humor y la risa no son cristianas sino importaciones de filósofos griegos.

Fuente: http://www.ulisesoyarzun.org/home/?p=61

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