Los cristianos son ‘más bienaventurados’ según twitter

El análisis realizado por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, EU, utilizó a Twitter como herramienta de investigación para comparar los mensajes enviados en esta red social por cristianos y ateos, relata Jessica Ravitz en CNN.

La conclusión del estudio de estos limitados a 140 caracteres (o menos) según los investigadores, es que los creyentes son más dichosos (¿bienaventurados?) que los no creyentes.

También concluyen que es más probable que un pensador ateo sea sobre todo analítico, escéptico o crítico; mientras que uno cristiano tendrá grandes dosis de intuición y se dejará guiar por sus sentimientos y la confianza.

EL ESTUDIO

Han sido dos estudiantes de doctorado en Psicología Social quienes junto con un supervisor han analizado el lenguaje de casi 2 millones de tuits enviados por más de 16,000 usuarios activos. Los resultados se publicaron en Social Psychological & Personality Science.

El equipo identificó las preferencias religiosas de los usuarios de Twitter por las figuras a las que seguían, centrándose en cinco figuras públicas prominentes en el campo del cristanismo y el ateismo respectivamente.

En el caso de los cristianos fueron los líderes evangélicos Joel Osteen, Rick Warren, el analista político cristiano Dinesh D’Souza y Joyce Meyer, autora y presentadora evangélica; y Benedicto XVI (el estudio se realizó antes de su renuncia al papado).

Por parte de los ateos se incluyeron a Richard Dawkins, Sam Harris, Christopher Hitchens, Mónica Salcedo y Michael Sherme, los últimos dos se describían respectivamente como bloguera «atea apasionadamente franca» y escritor de ciencia fundador de The Skeptics Society.

Con ayuda de un programa de análisis de textos, los investigadores encontraron que en los tuits de los cristianos tenían con mayor frecuencia palabras que reflejaban emociones positivas, un marco de relaciones sociales y un estilo de pensamiento intuitivo, es decir, guiado por las emociones.

Esto no quiere decir que los ateos no utilicen estas palabras también, pero son más partidarios del discurso analítico y asociado a las emociones negativas.

Por ejemplo, encontraron que los cristianos utilizan más a menudo palabras como «amor», «feliz» y «grandioso»; «familia», «amigo» y «equipo».

Sin embargo los ateos son los ganadores cuando se trata de promover expresiones como «malo», «incorrecto» y «terrible». O «pensar», «razonar» y «cuestionar» dijo Ryan Ritter, uno de los participantes en la investigación.

El programa de análisis no es perfecto ya que este tipo de análisis de palabras no puede valorar el sarcasmo o la ironía, argumentan Ryan Ritter (uno de los participantes en la investigación) y sus colegas. Sin embargo Ritter, que se declara un “feliz ateo”, cree que el programa sí capta el reflejo claro de la mentalidad de una persona a través de los tuits.

CONCLUSIONES

El estudio concuerda con otros previos citados por estos investigadores, el pensamiento analítico ateo podría «disminuir la capacidad de optimismo y de las ilusiones positivas que acompañan a una buena salud mental».

De la misma manera, dicen los investigadores, las menciones de las conexiones sociales que con frecuencia se presentan en una «comunidad moralmente sólida», sugieren relaciones más fuertes entre los tuiteros cristianos y son un indicador de la felicidad.

ESCÉPTICOS

Pero el estudio de Twitter no convence a todo el mundo. Después del leer un artículo sobre este estudio en el sitio de Internet de la revista Pacific Standard, Richard Wade, columnista de consejos del blog Friendly Atheist lo calificó de «inútil y engañoso», basado en una «investigación deficiente».

Escribió: «La conclusión para la mayoría de las personas comunes es que los ateos son personas infelices… ¿Cómo se cuantifica la felicidad? ¿Cómo se cuantifica el pensamiento analítico?». «Aunque reconocieran los posibles sesgos del estudio, los autores utilizan términos absurdos y faltos de significado como ‘ateo militante'», agregó.

«Este análisis sufre de los mismos estereotipos negativos sobre los ateos que la mayoría de la sociedad tiene y solo ha contribuido a reforzar ese prejuicio con un pensamiento confuso».

Ritter, quien por cierto se describe a sí mismo como un ateo feliz, dijo posteriormente que desearía no haber usado la palabra «militante» y que no tenía una mala intención. Simplemente quería describir a aquellos que tienen «actitudes extremadamente negativas» en lo que se refiere a la religión.

«¡Soy amigo de los ateos! Mi respuesta a Richard sería que debería aplicar el ‘principio de caridad’ al interpretar las investigaciones de otros», escribió Ritter en un correo electrónico, añadiendo que las conclusiones del estudio «no son una suposición, es el patrón que observamos en los datos».

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