Obama y McCain fueron examinados en TV sobre fe y ética por el pastor Rick Warren

Los dos principales aspirantes a la Casa Blanca, Barack Obama y John McCain, se reunieron por primera vez desde que comenzó la campaña electoral en un mismo foro para ser examinados sobre sus creencias religiosas y convicciones morales.

El aspirante demócrata Obama y su rival republicano McCain se dieron la mano y un abrazo breve antes de una entrevista individual de dos horas –una para cada candidato- que fue realizada por el evangélico Rick Warren, pastor de la enorme iglesia Saddleback.

El foro, celebrado este pasado 16 de agosto, coordinado por el conocido pastor evangélico Rick Warren, fue la última aparición pública de los senadores antes de su nominación oficial en las próximas semanas con miras a las elecciones presidenciales de noviembre.

Warren interrogó públicamente a cada candidato por separado durante una hora, sobre asuntos electorales, y tanto Obama como McCain recibieron aplausos de unos 2.000 fieles evangélicos que llenaban el auditorio de la iglesia donde se realizó el foro, a los que se sumaban los televidentes, ya que el encuentro fue transmitido en directo por TV e internet.

Aunque fue presentado como un foro sobre fe, la sesión de preguntas y respuestas fue dominada también por los habituales temas de campaña, como la guerra en Irak, la seguridad nacional, la energía y la política financiera.

El pastor Warren es conocido por su mega iglesia Saddleback, compuesta por 20.000 miembros, en Lake Forest, en el sur de California, y por su libro “Una vida con propósito”. Además, ha llamado la atención su afirmación de que dona el 90% de sus ingresos tanto para actividades religiosas como sociales.

FRACASOS PERSONALES Y DE EEUU
Al ser consultado por Warren sobre los mayores fracasos morales de su vida, Obama dijo haber sido culpable de “egoísmo” a veces, y también mencionó el consumo experimental de drogas en el pasado. “Tuve una juventud difícil”, dijo Obama. “Hubo momentos en que experimenté con drogas”.

Obama, que ya narró su peripecias juveniles en el libro “Dreams of my Father”, explicó, no obstante, que aquellos episodios le sirvieron para ser una mejor persona.

Obama dijo que el gran fracaso moral de Estados Unidos es la ayuda insuficiente a los menos favorecidos. Y citó un pasaje de la Biblia que dice: “Todo lo que hicieres a uno de mis hermanos me lo hacéis a mí”.

Por su parte, McCain citó su fallido primer matrimonio como su mayor fracaso moral. “Mi mayor fracaso moral, y he sido una persona muy imperfecta, es el fracaso de mi primer matrimonio”, dijo McCain.

El republicano John McCain confesó, apenas unos minutos después de sustituir a Obama en el escenario, que su mayor error moral lo cometió también de joven, cuando fracasó su primer matrimonio. “Soy una persona muy imperfecta, pero creo que aquello fue mi mayor fallo moral”, dijo McCain, en una rara referencia a su matrimonio con Carol Shepp, una modelo de Filadelfia con la que se casó poco antes de partir a la Guerra de Vietnam, donde fue apresado y permaneció prisionero durante cinco años.

Durante su ausencia, Carol Shepp sufrió un grave accidente que la dejo desfigurada. Cuando McCain regresó de Vietnam hecho un héroe de guerra y una celebridad, relanzó su carrera militar, y comenzó una relación extra matrimonial con Cindy Lou Hensley, una rica heredera que poco después se convertiría en su segunda esposa.

Para McCain, el mayor fracaso moral nacional fue que, luego de los ataques del 11 de septiembre se debería haber impulsado a los ciudadanos a unirse al ejército y a las organizaciones voluntarias, en vez de hacer un llamado oficial a “salir de compras”.

“El mayor fracaso moral de Estados Unidos ha sido que a través de nuestra existencia, tal vez no nos hayamos dedicado a causas mayores que nuestro propio interés”, añadió, al ser consultado al respecto.

MATRIMONIO HOMOSEXUAL Y ABORTO
Ambos candidatos hablaron también sobre su opinión respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo y el aborto.

Obama, del Partido Demócrata, defendió su apoyo al aborto y a las uniones civiles de personas del mismo sexo, pero dijo que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer. Sin embargo, el senador por Illinois enfatizó que, de ser elegido presidente, no apoyaría una enmienda que prohíba el matrimonio gay, ya que el tema le compete a los gobernadores de cada estado.

Obama eludió la pregunta cuando el moderador le preguntó cuándo creía que un bebé comenzaba a tener derechos humanos. “Creo que tanto si se ve desde una perspectiva teológica como científica, contestar esa pregunta específicamente va más allá de mi alcance”, respondió Obama.

McCain, quien se opone al aborto, respondió a las mismas preguntas con menos rodeos: “Desde el momento de la concepción”. “Seré un presidente pro-vida, y esta Presidencia tendrá políticas pro-vida”.

El candidato del Partido Republicano afirmó que su postura es a favor de la vida “desde el momento de la concepción” y que apoya fuertemente la preservación del “estatus único del matrimonio entre un hombre y una mujer”.

EL VOTO PROTESTANTE
Que los dos aspirantes a presidente, inicien la cuenta atrás hacia sus respectivas convenciones con una charla sobre su fe y moral dice lo suficiente sobre el papel de la religión en las elecciones estadounidenses. Los denominados cristianos conservadores conforman un cuarto del electorado de EEUU y apoyan en su mayoría al Partido Republicano, aunque no han mostrado mayor entusiasmo por el senador por Arizona.

En estas elecciones los evangélicos o protestantes, uno de cada cuatro estadounidenses, se han convertido en un botín más fluido, más complejo, y dentro de lo que cabe, con una visión más amplia de la sociedad, la ética y la política. Últimamente los evangélicos han ampliado sus preocupaciones a temas más amplios que la moral sexual: el sida, el medio ambiente, la pobreza. Y con sus nuevas metas han matizado sus opiniones.

Esto se ve en que en 2004 el 80% de los evangélicos votaron a Bush, pero en un sondeo del diario Washington Post del pasado julio sólo el 67% se pronunciaban a favor de McCain, mientras que un 25% apoyaban a Obama. Por si fuera poco los evangélicos son una parte respetable del electorado de tres de los estados que se columpian entre las dos opciones: Michigan, Ohio y Florida, estados donde se van a jugar las elecciones. Y aquí ya no es sólo cuestión de rezar.

La nueva generación de los cristianos llamados conservadores se siente cada vez menos identificada con la política del presidente George Bush: no aprueban la guerra en Irak ni su tono belicista y critican una política económica que ha favorecido sobre todo… a los más favorecidos.

Y aquí es donde Barack Obama intenta meter cuña. El candidato atípico ha decidido probar suerte en un territorio en el que los demócratas no suelen adentrarse. Obama se define como cristiano y ha hecho de su fe un tema de debate durante su campaña y ha tratado de seducir a los votantes religiosos a través de radios, blogs y eventos cristianos.

McCain se identifica como bautista y ha logrado –como muestra la encuesta citada antes- el apoyo de la mayor parte de los conservadores y de cristianos evangélicos durante su campaña, pero en menor grado que Bush.

Resumiendo, rompiendo tabúes demócratas, Barack Obama corteja abiertamente a los cristianos protestantes mientras su rival John McCain lucha por conservarlos
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