Consejos Prácticos a mujeres jóvenes que anhelan casarse

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!Hola! Este es un consejo a todas mis amigas jóvenes adultas ¡que anhelan casarse con el hombre apropiado! Vamos a sentarnos a platicar acerca del hombre con quién te quisieras casar. Hay algo que he aprendido con el tiempo que me gustaría transmitírselo a ustedes.

Empecemos con la pregunta: ¿Cómo describirías al hombre con quién te quieres casar? ¿Cómo crees que será el como esposo y como padre de familia? Estas son las preguntas claves que debes hacerte a la hora de incluso pedirle a Dios un compañero para el resto de tu vida, y quien probablemente llegará a tu vida en los próximos años.

Si has tenido numerosos ejemplos de hombres buenos en tu vida – tu papá, guía espiritual, jefe, amigo de la familia, tío, líder de un grupo, etc, – ya tienes una imagen mental basada en cualidades ideales que valoras en estos hombres. Te felicito y te animo a que sigas creyendo en esas aspiraciones. Pero, antes de admirar a aquellos buenos hombres, ¡primero deberías sentarte a hablar con sus esposas! ¿Por qué? Bueno, porque estas mujeres probablemente tengan mucho qué decir en torno a este tema. Algunas dirán que su marido ha pasado por un proceso de mejora, transformación y madurez. Gracias a los refinamientos a través del tiempo, estos hombres han llegado a crecer a la estatura masculina que hoy tienen y son hombres muy diferentes – en el buen sentido – a lo que eran hacen más de 20 años.

Ahora bien, dale un vistazo a los hombres jóvenes que ya conoces. Algunos de ellos, al igual que los árboles en primavera, ya muestran señales de florecimiento con brotes impresionantes; y se les ve potencial de crecimiento muy evidente, pero aún no plenamente realizado.

Esto es lo que quiero impartirles a ustedes hoy: hay una curva de aprendizaje para el liderazgo de un hombre como esposo y padre. Las cualidades positivas que exhibe la vida de un hombre de 50 años de edad, ¡se desarrollaron durante 50 años! Hay 25 años más de crecimiento por delante para el hombre de 25 años de edad hoy, antes de que sea equitativa la comparación con otros hombres mayores.

Veamos un ejemplo que ilustrará mi punto:

Una Trayectoria

Un día, mi amigo Kevin anunció una importante revelación. Dice Kevin que «Hace poco me di cuenta de que he estado coqueteando y buscando una novia, en lugar de a una esposa. He estado presumiendo románticamente sobre el matrimonio, en lugar de prepararme para ello.»

En la actualidad, Kevin ya tiene 23 años y siempre supuso que un día se casaría. Pero no se había dispuesto intencionalmente a prepararse para un matrimonio bien edificado. Se dio cuenta de un patrón en su vida: el de presumir sobre su interés en mujeres específicas (antes del noviazgo), en lugar de prepararse para amar, respetar y servir a una esposa. Kevin se dio cuenta de que el invertía tiempo y esfuerzo, prematuramente, tomando pasos apresurados para crecer en el afecto hacia una mujer. Y se dio cuenta de que es mucho más sabio el dar pasos firmes en su crecimiento personal y hacia Dios, mientras se sujetan sus intereses y aspiraciones, sin aferarse a anhelos relacionales antes del debido tiempo.

Esta “revelación” le vino al estudiar a fondo y al compartir con hombres maduros acerca del modelo de masculinidad. A raíz de esta nueva disposición de su parte, Kevin ahora está tomando medidas específicas para alcanzar sus metas a largo plazo de un matrimonio saludable.

Esta evaluación muestra que actualmente hay dos áreas en las cuales Kevin necesita crecer. La primera es en el manejo del dinero, por lo que Kevin ha elaborado un presupuesto para rastrear sus gastos e inversiones. La segunda área de necesidad es en la preparación para la paternidad. A pesar de que vive con su familia, él no está expuesto a muchos niños. Es por eso que se inscribió para servir en un ministerio de niños, donde no sólo cuida de los niños semanalmente, sino que también puede observar a otros hombres interactuando con niños. Dice que esto lo desafía a crecer personal y espiritualmente y a ser un ejemplo consistente de modelaje para estos niños. Además, se reúne frecuentemente con sus amigos a quien les rinde cuentas y monitorean su crecimiento personal.

Mi función como amiga de Kevin es animarlo en este esfuerzo, señalando los cambios positivos que observe. Ahora Kevin está forjando una trayectoria que lo preparará para un futuro fructífero.

Este tipo de intencionalidad en el crecimiento personal y espiritual, es lo que mujeres jóvenes deben buscar y observar en un hombre joven.

Pero seamos honestas, mis amigas jóvenes. Cuando nos sentimos atraídas hacia un hombre, podemos ser deslumbradas por él y no ser objetivas, lo cual es una reacción femenina normal, pero no ideal. En estas situaciones, nuestras emociones se exaltan y es una lucha el ser observadoras objetivas de su carácter. Debes ser objetiva y madura, al tiempo que le pides a Dios sabiduría y dominio propio, guardando así una distancia apropiada para poder discernir la realidad, por encima de los sentimientos.

Concretamente, ¿qué es lo que debemos observar? La respuesta es el compromiso que asume un hombre con Dios, con sus estudios, con su familia o sus proyectos personales. Lo cual nos ayudará a discernir cómo el ha de interactuar con una novia y posteriormente con una esposa e hijos.

Ahora bien, es claro que estás llamada a discernir sobre el carácter de los hombres con quienes estableces amistad, o a quién cortejas; al tiempo que te conoces más y más a ti misma y experimentas así también esa curva de aprendizaje. En tanto que te preparas para llegar a compartir tu vida con la persona idónea, preocúpate por desarrollar tus potencialidades e intereses. Es decir, en crecer personal, profesional y espiritualmente.

Escrito por Carolyn McCulley
Fuente: http://www.enfoquealafamilia.com/default.aspx?cat=61&aid=&anum=9

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