9 cosas que extraño del grupo juvenil

Grupo juvenil, ese momento en nuestras vidas en el que lidiábamos con la torpeza de la adolescencia y la realidad de la fe. También, muchos viajes en furgoneta, viajes misioneros a corto plazo y numerosos compromisos en los que los adolescentes de 13 años juraban su pureza prematrimonial por escrito.

Claro, mirando hacia atrás, algunas cosas pueden haber sido un poco extrañas. Pero como cualquier persona que creció en un grupo juvenil te dirá, también fue bastante divertido. Aquí tienes un vistazo a las nueve cosas que aún extrañamos de nuestros días en el grupo juvenil.

1. Noches en la Iglesia / Acantonamiento

Una vez que llegas a finales de tus 20, la perspectiva de tener que mantenerte despierto toda la noche sin ninguna razón válida suena bastante terrible. Pero, por alguna razón, nada era más divertido a los 15 años que quedar «encerrado» en una iglesia durante 12 horas consecutivas, comiendo pizza, viendo películas para todas las edades y jugando juegos que involucraban a al menos una persona casi ahogándose en crema de afeitar, gelatina o alguna otra sustancia.

2. Toda la Pizza

La pizza es la fuerza vital de cualquier grupo juvenil saludable. (Claro, si nos referimos al menos en términos de asistencia. Porque mirando hacia atrás, comer esa cantidad de pizza en realidad no era muy saludable). No hubo una reunión, actividad evangelística o concierto patrocinado por la iglesia en el que no se devoraran decenas, quizás cientos, de enormes pizzas por parte de jóvenes, adolescentes, y preadolescentes hambrientos.

3. Videos Humanos

Si creciste en un grupo juvenil, no solo aprendiste a compartir tu fe, sino que aprendiste a hacerlo a través del arte antiguo y venerado del mimo. Puedes cuestionar la efectividad de un grupo de adolescentes vestidos de negro que realizan una coreografía que ilustra la batalla entre el bien y el mal, pero no puedes cuestionar las buenas intenciones de los participantes. Cualquiera dispuesto a realizar una crucifixión simulada en público acompañada únicamente por un radio y un casett de Marcos Witt claramente no está avergonzado de sus creencias.

4. Sesiones de guitarra Acústica

En la mayoría de los grupos juveniles, aproximadamente el 40% de la congregación daba sus primeros pasos en la guitarra acústica. Dado que solo había algunos codiciados lugares en la alineación de la banda de alabanza juvenil, la población de guitarristas no élite se relegaba a sesiones de guitarra acústica informales. Todos podían turnarse para tocar apasionadamente su versión de «En lo Secreto» bastante fácilmente. Todo lo que tenías que hacer era aprender cuatro acordes muy básicos, y todo el catálogo de canciones de alabanza y adoración estaba a tu disposición.

5. Caídas de Confianza

Si alguna vez participaste en un viaje misionero o en algún tipo de actividad de evangelistica patrocinada por el grupo juvenil, por alguna razón, caer hacia atrás desde una silla en los brazos de compañeros relativamente débiles de 14 años era un requisito del ministerio, como una especie de «bautismo grupal». Esto todavía no tiene sentido. Y probablemente sea un riesgo para el seguro. Pero, admitiremos, fue un poco divertido.

6. Retiros Juveniles

Al poner la palabra «retiro» en el nombre de la salida, los líderes juveniles podían convencerse de que había algún beneficio espiritual subyacente en irse por dos noches para jugar. Y generalmente tenían razón. Pero cualquier exmiembro de grupo juvenil te dirá que los retiros también incluían mucho salir de tu cabaña apenas vigilada, hacer «bromas» que más parecían vandalismo y encontrarse con la chica/el chico con quien habías estado saliendo en secreto (perdón. «Cortejando»). Estos retiros fueron fuente tanto de arrepentimiento espiritual como de beneficio espiritual.

7. Rock Cristiano

La política adolescente era simplemente demasiado confusa. Afortunadamente, la mayoría de los integrantes de los grupos juveniles tenían acceso a álbumes de bandas como Rescate, Puerto Seguro, Edgar Lira, Guardian, Kyosko y Rojo, quizás había alguno que utilizaba más bandas internacionales como Relient K, Superchick, Mxpx, 12 stone, Starfield, Switchfoot y muchas otras para ayudarnos a entenderlo todo. Las bandas hacían (y algunas aún hacen) un rock brutal que alimentaba muchas sesiones de amistad después del grupo juvenil. Y si el rock no era lo tuyo, no te preocupes, siempre estaba el ska con La Hormiga o 20/20. O en su defecto podríamos ir a DC Talk con Jesus Freak.

8. Rompehielos Incómodos

No importaba con qué frecuencia se reuniera un grupo juvenil para estudiar la Biblia, ni cuánto conocieras a todos en el grupo juvenil, siempre había un rompehielos incómodo OBLIGATORIO al principio. A veces, simplemente implicaban algún juego de palabras basado en los nombres; otras veces, incluían reglas complicadas, revelaciones personales que provocan ansiedad o tareas que hacían que Fear Factor pareciera una noche de bingo en la casa de retiro. Desde entonces se ha revelado que un título en ministerio juvenil requería al menos un año dedicado al estudio de rompehielos elaborados.

9. Juegos Para los Que Ya Eres Demasiado Grande

Como la mayoría de los pastores de jóvenes tienen algún requisito mínimo cuando se trata de eventos de los que son responsables cada mes, los «Días de Diversión» improvisados no eran infrecuentes. A diferencia de las salidas a parques de atracciones o viajes de noche (que requerían archivadores llenos de horarios impresos, formularios de permiso y datos de contacto de emergencia), estos «Días de Diversión» en su mayoría involucraban muy poca previsión. Realmente eran solo un montón de actividades que podían mantener ocupados a los jóvenes durante un par de horas en una tarde de domingo con supervisión mínima. Aunque los participantes en estos juegos estaban en su adolescencia tardía, nada de lo que hacíamos estaría fuera de lugar en un patio de recreo de una escuela primaria. Cada uno incluía al menos uno de los siguientes elementos: un frisbee, globos de agua, conos naranjas y pistolas de agua.

Extra: Encuentro con Dios

Atrás quedaron las noches que pasábamos horas hablando libremente de Dios, de nuestra experiencia con nuestro Creador y aconsejándonos ante situaciones complicadas (hoy nuestros hijos nos limitan a que tan largo sea una reunión de amigos o sobre qué temas podemos hablar) Aquellas confraternidades que duraban muchísimas horas, porque la alabanza se extendía o porque el presentador debía mencionar a todas las iglesias que participaban del evento, pero luego que pasaba todo ello, siempre había una Palabra de parte de Dios que nos llevaba a todos a pasar al frente, sin temor a pasar el ridículo a llorar un rato largo o sin importar que nadie nos juzguen.
También no puedo olvidarme de aquellos que estaban tan quebrados en su interior y que directamente no tenían fuerza para pararse y pasar al frente, pero que ir hasta su lado, abrazarlos de una manera un poco extraña (porque al principio estaban como reacio al contacto) pero que luego de orar por esa persona, el Espíritu Santo se movía de tal que ambos podían recibir de Dios y todo se fusionaba en un hermoso abrazo, generando una amistad por mucho tiempo.

Sinceramente han pasado muchos años, muchísimos… casi unos 20 años. Pero hay experiencias vividas que fueron marcadas tan fuerte en lo profundo del corazón que son imposible olvidar y en especial a donde Dios estuvo moviéndose.

 
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