Algo más importante que tú

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¿Qué si te dijera que la vida no está destinada a girar en torno a ti? ¿O si te dijera que fuiste creado para algo infinitamente más grande que tu propia satisfacción personal?

Bien ¿adivinas qué? La vida no gira alrededor de ti y tú existes para algo mucho más grande que tú mismo. Ese algo es un alguien. Y ese alguien es Dios. Alrededor de Él gira toda la existencia. Este es el maravilloso mensaje de la Biblia.

Recientemente, me sentí abrumado por un poderoso pasaje de Matt Chandler en su libro ‘Explicit Gospel’ (2012) en el que argumenta de forma convincente que, “De principio a fin, las Escrituras revelan que el deseo más importante del corazón de Dios no es nuestra salvación, sino la gloria de su propio nombre. La gloria de Dios es lo que mueve el universo, esto es el por qué todo existe”. Chandler procede a enumerar dieciséis pasajes de la Escritura en los que el Señor revela la razón de por qué hace todo, es decir, para la gloria de su propio nombre.

  • Dios no destruyó a Israel en el desierto por la gloria de su nombre (Ezequiel 20:5-9).
  • Dios salva a los hombres para la gloria de Su nombre (Salmo 106:8).
  • Dios endureció el corazón de Faraón para la gloria de su nombre (Éxodo 14:4, 8).
  • Dios instituyó la monarquía para la gloria de su nombre (1ª Samuel 12:19-23).
  • Dios inspiró la construcción del Templo para la gloria de su nombre (1ª Reyes 8).
  • Dios fortaleció a Israel para la gloria de su nombre (2ª Samuel 7:23).
  • Dios no destruyó a Israel por la gloria de su nombre (Isaías 48:9-11).
  • Dios decidió destruir a los israelitas impíos por la gloria de su nombre (Malaquías 2:2).
  • Dios envió a Jesús a la tierra para la gloria de Su nombre (Juan 7:18; 17:4).
  • Dios planeó la crucifixión por la gloria de su nombre (Juan 12:27-28).
  • Dios nos salva para la gloria de su nombre (Efesios 1:3-6).
  • Dios llama a los cristianos a vivir para la gloria de Su nombre (Mateo 5:16, 1ª Corintios 10:31, 1ª Pedro 4:11).
  • Dios enviará a Jesús a volver para la gloria de su nombre (2ª Tesalonicenses 1:9-10).
  • Dios va a consumar todas las cosas para la gloria de su nombre (Apocalipsis 21:23).

¿Te das cuenta de algo que todos los pasajes anteriores tienen en común?

En todos los casos Dios interviene para “la gloria de su nombre”. Ese es el verdadero propósito de tu vida y tu existencia. Todo está sujeto, en última instancia, al gran propósito de glorificar el gran nombre de Dios. ¡Así es! ¡Todo! ¡Incluso la salvación y la condenación! Dios será glorificado eternamente independiente de lo que le ocurrirá a muchos hijos de los hombres.

Es viviendo a la luz de este gran ideal que los cristianos somos liberados del espíritu egoísta de nuestra época, que gira todo entorno a yo, mi, me y conmigo. Los verdaderos creyentes se regocijan continuamente en la esperanza de la gloria de Dios, no en su propia auto-glorificación. La gloria de Dios actúa como una dulce medicina que alivia cada corazón afligido y alma inquieta. La gloria de Dios nos consuela y la gloria de Dios nos abraza porque la gloria de Dios es Jesús. Él es alguien mucho más importante que tú y yo.

 

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Escrito por Will Graham
Nacido en Belfast (Irlanda del norte), lleva seis años sirviendo al Señor en la nación de España. Se dedica al ministerio de la predicación itinerante además de ser profesor en el Seminario Evangélico Español (Córdoba).
 

Fuente: http://www.josueunonueve.com/?p=1339

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