¿Cómo amaremos a nuestro vecino musulmán?

Cómo amaremos a nuestro vecino musulmán

Hay tantas respuestas a esta pregunta como modos de hacer el bien y no el mal. «El amor no hace mal al prójimo» (Romanos 13:10). «[El amor] todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1ra a los Corintios 13:7). Aquí hay algunos elementos, me parece, que necesitamos enfatizar en nuestros días.

[Aclaración: La mención de amar a nuestros enemigos no implica que todos los musulmanes sienten o actúan con enemistad hacia los cristianos. No lo hacen. A menudo son hospitalarios y bondadosos y atentos. La idea es que incluso cuando alguien nos trata con enemistad (de cualquier religión o no-religión), debemos continuar amando.

En nuestro contexto actual necesitamos otra aclaración. Cuando digo que el amor nos llama a hacer el bien en modos prácticos que satisfagan necesidades físicas, no quiero decir que esta ayuda dependa de que los musulmanes se vuelvan cristianos. El amor práctico es un testimonio del amor de Cristo. El testimonio no se oculta donde más se necesita. Las conversiones coaccionadas por la fuerza o por las finanzas contradicen la naturaleza misma de la fe salvadora. La fe salvadora es una aceptación de Jesús como Salvador, Señor, y Tesoro más elevado. Él no es un medio para un tesoro. Él es el Tesoro.]

1. Ore por la bendición más completa de Cristo en ellos, sea que ellos le amen o no a usted.

  • Lucas 6:28 – bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan.

  • Romanos 12:14 – Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.

  • 1ra a los Corintios 4:12 – cuando nos ultrajan, bendecimos.

2. Haga bien para ellos, en modos prácticos que satisfagan necesidades físicas

  • Lucas 6:27 – amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen.

  • Lucas 6:31 – Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera.

  • 1ra a los Tesalonicenses 5:15 – Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.

  • Romanos 12:20 – Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber, porque haciendo esto, carbones encendidos amontonaras sobre su cabeza.

3. No tome represalias cuando sea personalmente agraviado

  • 1ra de Pedro – no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición.

  • Romanos 12:17, 19 – Nunca paguéis a nadie mal por mal… Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

4. Viva apaciblemente con ellos, en lo que dependa de usted.

  • Romanos 12:18 – Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres.

5. Busque la gozosa liberación del pecado para ellos, y de la condenación, contándoles la verdad de Cristo.

  • Juan 8:31-32 – Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

6. Desee fervientemente, mostrándoles el Camino, Jesucristo, que se unan a usted en el cielo con el Padre.

  • Romanos 10:1 – Hermanos, el deseo de mi corazón. . . por ellos es para su salvación

  • Juan 14:6 – Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí».

  • Juan 3:16 – para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.

7. Busque comprender el significado de lo que dicen, para que sus afirmaciones o críticas estén basadas en una verdadera comprensión, no en la distorsión o la caricatura.

  • 1ra a los Corintios 13:6 – [El amor] no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad.

8. Adviértales con lágrimas que quienes no reciben a Jesucristo, como Salvador crucificado y resucitado quien quita el pecado del mundo, perecerán bajo la ira de Dios.

  • Juan 1:12 – a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre.

  • Romanos 10:9 – si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.

  • Filipenses 3:18 – Porque muchos andan como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo.

9. No les desoriente o les dé falsas esperanzas diciéndoles: «los musulmanes adoran al Dios verdadero».

Esta declaración comunica a casi cada persona una imagen positiva del corazón musulmán: conociendo, amando, y honrando al Dios verdadero. Pero Jesús hace que la respuesta de cada persona a Él sea la prueba definitiva de la respuesta de una persona a Dios. Y dice claramente que si una persona le rechaza a Él como el Divino, quien dio su vida como rescate por los pecados y resucitó de nuevo, entonces ésa persona no conoce, ama, u honra al Dios verdadero.

  • Juan 8:19 – Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríaistambién a mi Padre”.

  • Juan 5:23 – El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

  • Juan 5:42-43 – [Jesús dijo] pero os conozco, que no tenéis el amor de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís.

El amor no desorienta a los musulmanes, o a quienes se preocupan por los musulmanes, diciéndoles que ellos «conocen» u «honran» y «aman» al Dios verdadero si no reciben a Jesús por quien realmente es. No podemos ver los corazones de las personas. ¿Cómo sabemos si conocen y honran y aman al Dios verdadero? Nosotros entregamos nuestras vidas para ofrecerles a Jesús. Si le reciben, entonces conocen y aman y honran a Dios. Si no, entonces no lo hacen, Jesús es la prueba.

Ésa es la idea que transmiten las palabras de Jesús en Lucas 10:16: «el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió», y en Mateo 10:40: «el que me recibe a mí, recibe al que me envió». Y en Juan 5:46: «Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí».

Lo más amoroso que podemos hacer por los musulmanes, o por cualquier otra persona, es decirles toda la verdad sobre Jesucristo, en el contexto de un amor sacrificado por ellos y de la disposición a sufrir por ellos antes que abandonarlos; y luego podemos rogarles que se alejen del culto vano (Marcos 7:7) y reciban a Cristo como el Salvador crucificado y resucitado, para el perdón de sus pecados y para la esperanza de vida eterna. Éste sería nuestro gran gozo, tener hermanos y hermanas de entre todos los pueblos musulmanes del mundo.

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Por John Piper. © 2014 Desiring God Foundation. Website: desiringGod.org

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