Donald Trump es el Presidente de Estados Unidos de América. ¿Ahora Qué?

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La respuesta cristiana a las elecciones en realidad es sencilla.

Ya sea que eres indiferente, estés espantado o emocionado, las probabilidades es que estás sorprendido. El día anterior a las elecciones, casi todos los medios predecían una posibilidad muy estrecha de que el nominado Republicano Trump pudiera ganarle a su oponente Democrática, Hillary Clinton. Pero sus partidarios y muy probablemente los detractores de la Clinton, votaron en números record y el magnate de negocios logró una victoria definitiva.

Solo mira tus entradas en las redes sociales, la gente estaba muy angustiada acerca de estas elecciones, sobre los resultados o por la presión de la victoria. Para los cristianos en el 2017, dos retos muy claros van a estar sobre el tapete de los nuevos Republicanos, quienes ahora son el partido político más poderoso desde 1928: las promesas a favor de la vida (en contra del aborto) que la mayoría de los candidatos ofrecieron, y el apoyo y defensa a los refugiados (y contra cualquier forma de discriminación o selección por religión o etnia).

El próximo período de América va a requerir de los cristianos, algo más profundo que hacer preguntas políticas. Los discursos de aceptación y concesión hablan acerca de ello, pero nuestro país ahora dividido necesita la clase de esperanza y sanación que solo podrán encontrar en el Evangelio de Jesucristo.

Aquellos de nosotros que somos seguidores de Jesús, debemos encontrar lo que significa ser cristianos en comunidades fracturadas, cuyas grietas son mucho más profundas que las ideologías políticas. Para el futuro previsible nos enfrentaremos con preguntas que cambiarán de tonalidad. Las respuestas para algunas de ellas no serán fáciles, pero el comienzo realmente es sencillo.

Lee la Biblia, ora y sirve en tu iglesia local.

Recuerda, ni la Gran Comisión ni los frutos del espíritu cambiaron el día de las elecciones. La persona sentada en la oficina Oval no puede afectar lo que es la vida de los cristianos. Sea Trump, Clinton o la negación total, nosotros los cristianos debemos como dice el apóstol Pablo: “hacer (nuestra) ambición llevar una vida tranquila”. Él dice: “Deben ocuparse de sus propias cosas y trabajar con sus manos como les dijimos para que su vida diaria pueda ganarse el respeto de los foráneos y que ustedes no dependan de nadie”.

Ahora mismo, una de las cosas más poderosas que podemos hacer es silenciosamente dedicarnos a amar a Dios y a todos a nuestro alrededor, ya sean como Nabucodonosor, sean Demócratas, Republicanos y Romanos, pues no se trata de nada de eso.

Trabajen para la paz y la unidad.

Tal vez una palabra que nadie puede usar para describir este ciclo de elecciones es “pacífico”. Y sin embargo, Jesús nos pide a Sus seguidores no solo que seamos pacifistas sino que además trabajemos para hacer la paz a nuestro alrededor. En el Sermón de la Montaña, Jesús dice: “benditos son los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Si le ponemos un tanto diferente, Dios llama a los que trabajan por la paz, Sus hijos. Es una indicación de que Él nos favorece.

Por supuesto, reconocer las palabras de Jesús es fácil. La tarea que enfrentamos es vivir estas enseñanzas en un país confundido, dolido y triunfalista. Yo no se como se ve esto en cada caso. Como base, debemos recordar que aquellos a nuestro alrededor son personas, y no bloques de votantes sin historia. Las Escrituras nos enseñan a ver a las personas como Dios las ve, como hechos a Su imagen y tienen importancia eternamente.

Si mantenemos esa perspectiva enfrente siempre, entonces podremos tener un gran comienzo de trabajar por la paz.

Recuerda que tu confianza no está en los políticos, o la falta de política de ellos.

Los resultados de esta elección nos presentan una tentación a los cristianos a ambos lados de las circunstancias. Para algunos la tentación es poner esperanza que no es realista en el sistema político. La otra es la tentación de desesperarse.

Pero ninguna de esas perspectivas representa lo que las Escrituras nos dicen acerca de la política y las personas en altos cargos. El Salmista nos instruye a que no “pongamos nuestra confianza en los poderosos, ni en ningún mortal, porque no pueden salvar”. Y el que escribe continúa:

El día que mueren, vuelven a la tierra, y ese mismo día todos sus planes se acaban.

¡Dichosos los que confían en el Dios de Jacob,
los que cuentan con la ayuda de Dios, el Señor!
El Señor creó los cielos y la tierra,
y el mar y todos los seres que contiene.

El Señor siempre cumple su palabra.

Todo indica que el presidente electo Trump inaugurará una nueva realidad para el país. Pero sea que estés a favor o en contra de esa realidad, solo va a ser temporal. Nuestra esperanza absoluta es mucho más permanente y segura.

Escrito por Aaron Cline Hanbury
Tomado de yesHEis Australia. Originalmente publicado por Aaron Cline Hanbury en la revista Relevant. Puedes leer el texto original aquí.
 
Fuente: https://es.yesheis.com/es/blog/donald-trump-es-el-presidente-de-estados-unidos-de-am%C3%A9rica.-ahora-qu%C3%A9

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