No Olvides, La iglesia es un buen lugar

Es demasiado fácil encontrar blogs, artículos y libros sobre «lo que está mal con la iglesia», sobre las maneras en que ha fallado en lo que Dios le ha llamado a hacer y ser, cómo se ha desviado para perseguir ídolos y qué cambios necesita hacer para atraer a la próxima generación.

Como iglesia, siempre debemos esforzarnos por ser mejores con nuestro testimonio y ser más efectivos en alcanzar a nuestros vecinos con el evangelio de Jesucristo. Así que es necesario señalar las fallas, las inconsistencias y las hipocresías.

Sin embargo, ¿qué hay de lo que está bien en la iglesia? Hoy en día, hay que ser Sherlock Holmes para encontrar mucho escrito sobre lo bueno y lo correcto de la iglesia. Afortunadamente, la Palabra de Dios es efectiva para señalar lo que es hermoso acerca de la iglesia.

La iglesia es tu familia para siempre.

Si has sido comprado por la sangre de Jesús y el Espíritu Santo de Dios vive dentro de ti, tú eres la Iglesia. Todos podemos ser culpables de apartarnos mentalmente tanto de la iglesia universal como de la local y lanzar críticas hacia ella, pero no podemos olvidar: Somos la Iglesia.

Siempre serás parte de la iglesia, incluso cuando intentes huir de su expresión local. Aún eres tú. Es tu familia para siempre. Cuando Dios te salvó, te salvó en una familia. La iglesia es la respuesta de Dios a tu soledad. Como iglesia, puedes reír juntos y llorar juntos. Puedes alegrarte juntos y lamentar juntos. La palabra más hermosa de todo es «juntos». Al igual que con tu familia física, te sentirás molesto, frustrado y enojado con tu familia espiritual. Sin embargo, no huyas y los abandones. Acércate más. Disfrútalos. Ámalos. Sírvelos. Después de todo, tendrás que pasar la eternidad con ellos.

«Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Efesios 2:19)«.

Además del Espíritu Santo, no hay una fuerza mayor en el mundo.

Cuando la Iglesia está unida y movilizada, el infierno no puede prevalecer contra ella. Cuando se trata de responder a desastres, esclavitud sexual, injusticia, cuidado de huérfanos y cualquier otra necesidad sentida, la iglesia es la mayor respondiente de todas. ¿Siempre lo hacemos bien? No. ¿A veces llegamos tarde a la fiesta? Sí. Sin embargo, cuando la iglesia (impulsada por el Espíritu Santo) se une en torno a una causa, nada puede detenerla. Y el mundo lo nota. En 2017, cuando la mayor inundación en la historia de EE. UU. golpeó Texas, la iglesia unida respondió rápidamente y se quedó mucho después de que las cámaras de noticias se fueran. De hecho, todavía están trabajando hoy, recuperándose y reconstruyendo. De hecho, los grupos religiosos que coordinan con FEMA proporcionan la mayor parte de la ayuda en caso de desastre en los Estados Unidos.

La iglesia maximiza la efectividad de tu vida.

Cada seguidor de Jesús ha sido llamado a hacer tres cosas a través del Gran Mandamiento y la Gran Comisión: amar a Dios, amar a las personas y hacer discípulos. La mayoría de nuestro llamado como seguidores de Jesús tiene más que ver con los demás que con nosotros mismos. Estamos llamados a amar a Dios (otro), estamos llamados a amar a las personas (otro) y estamos llamados a hacer discípulos (otro).

Para hacer esto, se nos dan dones espirituales a través de la morada del Espíritu Santo. Estos dones espirituales se utilizan para fortalecer a otros en el cuerpo de Cristo. «Porque deseo veros, para impartiros algún don espiritual para que seáis confirmados; esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí (Romanos 1:11-12).» Irónicamente, cuanto más sirves, amas y entregas tu vida a los demás, más alegría, esperanza y paz tiendes a tener. La iglesia no es una organización creada para cumplir tus preferencias, la iglesia es un pueblo creado para conocer al Señor y servir a otros. Realmente maximiza la efectividad y el legado de tu vida.

La iglesia tiene un esposo increíble.

No podemos olvidar que la iglesia es la novia de Cristo, y lo que tenemos que decir sobre ella es tomado muy en serio por su esposo, Jesús. Imagina si la gente constantemente y continuamente tuviera mucho que decir sobre lo que está mal con tu cónyuge, cómo ha perdido el contacto con la realidad y se enfoca en los motivos, estilos y mensajes incorrectos y, si alguna vez quiere volver a ver a sus jóvenes, mejor que haga cambios masivos. Básicamente, necesita escuchar atentamente y satisfacer a aquellos que la han dejado o al menos amenazan con hacerlo. Si estos fueran los comentarios hechos hacia y sobre tu cónyuge, probablemente sería desalentador o incluso enojante.

Con sinceridad, hay muchas cosas malas con nosotros. Hay cambios que necesitamos hacer y a menudo fallamos. Sin embargo, hay muchas cosas correctas con la iglesia y lo mejor de todo es su esposo, el Rey de Reyes y Señor de Señores. Jesús no nos necesita, pero por Su gracia y amor, Elige usarnos para hacer cosas asombrosas para Su gloria.

 
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