¿Alguna vez has estado en algún lugar donde no querías estar? Tal vez en un trabajo, una ciudad, o un matrimonio. Tal vez fue en un momento en la vida, como en la soltería, o un estado de la vida, con impotencia. Es muy posible que mientras leas esto, estés deseando estar en otro lugar – en cualquier otro lugar – viviendo una vida diferente, pero sabes que no es posible que algo cambie tan pronto.
Dios tiene una palabra para ti. Es la misma palabra que Él le dio a un grupo de personas cuando ellos estaban atrapados en otro país, desterrados de su patria.
Habían doblado sus brazos y dijeron, “Vamos a esperar a que esto pase, y cuando lleguemos a casa, vamos a comenzar a vivir nuestras vidas.”
A través del Profeta Jeremías Dios les dice a ellos: “Edifiquen casas y hagan planes para quedarse. Planten huertos y coman del fruto que produzcan. Cásense y tengan hijos. Luego encuentren esposos y esposas para ellos para que tengan muchos nietos. ¡Multiplíquense! ¡No disminuyan! Y trabajen por la paz y prosperidad de la ciudad donde los envié al destierro. Pidan al Señor por la ciudad, porque del bienestar de la ciudad dependerá el bienestar de ustedes”. (Jeremías 29.5-7)
No pongan sus energías en la esperanza de salir; sino que inviertan su energía en las personas a su alrededor. No estén presentes físicamente pero mentalmente en algún otro lugar, pensando en el futuro o en el pasado, pensando en algún otro lugar. Nuestro viaje con Jesús requiere que estemos totalmente presentes en el presente.
Tal vez también te sientas que estás desterrado, pero Dios está trabajando en tu vida, y su mensaje para ti es: echa raíces completamente y abraza la vida que te rodea.
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Escrito por Rick Warren
Es el fundador y actual autoridad pastoral de la Iglesia Saddleback Church, localizada en Lake Forest, California, siendo esta una de las ocho congregaciones más grandes de los Estados Unidos en la actualidad.
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