¿Tiene Dios una relación ‘especial’ con Estados Unidos?

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Cómo la Biblia responde esta pregunta.

Una reciente encuesta indica que más de la mitad de los estadounidenses creen que los Estados Unidos alegan tener relación especial con Dios. Por desgracia, la encuesta no requería los encuestados dar ninguna justificación bíblica o teológica para esta creencia.

Como cristianos, no podemos esperar una visión teológica de aquellos que los que no son creyentes. Pero ¿la Iglesia podría ser culpable (al menos una parte) de la popularidad de esta idea? Después de todo, un gran número de iglesias evangélicas celebran servicios patrióticos o temática cuando se apróxima días festivos como el día de la independencia o el día de la conmemoración de los caidos. De este modo, parece que estamos causando líneas borrosas cuando se trata de la Iglesia y el país.
La Escritura nos aleja de la idea de que Dios tiene una relación especial con los Estados Unidos -o cualquier otro estado-nación contemporáneo para el caso.

No retrocedas

Desear que Dios entre en una relación de pacto con alguna nación en la actualidad es retroceder en la historia de la salvación (Gálatas 4: 3,9). No nos debemos atrever a volver a los tipos y sombras teocráticos y cultos ordenados, cuando ahora tenemos la sustancia de lo que se señaló (Hebreos 10: 1; Colosenses 2: 16-17). Esto sería como pagar para ver un trailer de pelicula, cuando ya uno ha visto la película. O, digamos que sería volver a los antiguos sacrificios de animales, aún luego de que Jesús alcanzo la redención de su pueblo trans-étnico(Hebreos 10: 4-10; Efesios 2: 11-22).

La relación de pacto de Dios con los hijos de Israel en el Antiguo Testamento es absolutamente excepcional. Jehová hizo promesas específicas a sus ancestro (Génesis 12; 15; 17, etc.) y actuó hasta de una manera extraña para establecerlos como nación a través de su salida de Egipto (Éxodo 19: 4-6). Por medio de Moisés, Él le dio a Israel la Ley para gobernarlos como nación, y la Ley contenía los términos y condiciones de su relación. En resumen, Dios los bendecia por la obediencia y los maldecia por desobediencia (Deuteronomio 28). Y a pesar de ser el pueblo de Dios, Israel desobedeció continuamente y a su vez recibió la maldición de ser exiliada de la tierra prometida de Canaán.

Y luego la historia de Israel culmina en Jesús. Por medio de la cruz, Jesús mismo tomó la maldición con el fin de reunir a las naciones como un solo pueblo del nuevo pacto en la tierra eterna prometida, aquella tierra de cielos nuevos y tierra nueva (Colosenses 1: 19-23).
Querer esa misma relación para los Estados Unidos, que Dios tuvo con la antigua Israel, es querer una continuación innecesaria de una película que ya Cristo ha resuelto dandonos salvación

No supongas, Cuando Dios no ha hablado

Si hay una cosa que podemos aprender del libro de Job, es el que no debos presumir que estamos hablando de parte de Dios. Los amigos de Job cometieron el error de interpretar y aconsejar conformen a lo que estaban viendo sobre la situación que padecia su amigo, pero haciendolo de una manera imprudente y simplista. Job estaba sufriendo, por lo que ellos pensanron que él debía haber hecho algo malo para merecer semenjante sufrimiento. «Los buenos son bendecidos y los malvados son castigados» Eso en nuestra mente nos parece correcto ¿verdad?

Sin embargo, en la narrativa de la historia, revela totalmente lo contrario. En resumen, el libro de Job enseña que no existe una fórmula para averiguar los acontecimientos de la vida, y en especial los más trágicos. Simplemente no tenemos acceso a la agenda de Dios. No podemos saber cómo van las cosas para personas como Job, y del mismo modo no podemos no lo podemos saber para las naciones de hoy en día. Dios tiene sus motivos para levantar o sacar un rey o reinos (Daniel 2.21)
Aquellos que quieran llegar a la conclusión de que la aparente prosperidad de Estados Unidos es significado de que Dios tiene un trato especial con esta nación, esta en riesgo en caer en las mismas presunciones que hicieron los amigos de Job. No seamos ingenuos en nuestra forma de pensar y razonando de que algo nos sucede porque algo ha sucedido.
¿Cuándo y dónde comenzó esta relación con Estados Unidos?

Como sabemos, Dios inicio el orden teocrático de Israel con un gran llamado, que incluia plagas, angel de la muerte, con una columna de fuego en la noche y nube en el día, y abriendo las aguas del Mar Rojo. Entonces, si Dios entro en una relación similar con los Estados Unidos, cuándo y dónde se forjo ese vinculo tan especial?
¿Fue cuando los peregrinos desembarcaron en Plymouth Rock allá por 1620? ¿Fue cuando la colonia de la bahía de Massachusetts se propuso ser una «ciudad sobre una colina» en 1630? ¿Después de la Guerra de la Independencia? O, mejor aún, ¿era cuando la deidad judeocristiana dictó la Declaración de Independencia de Thomas Jefferson en la cima de Monte Vernon?
Listo! Así que la historia se comienza a empantanar un poco con respecto a este punto. Aún así aquellos que afirmen que existe una ralación especial entre Dios y Estados Unidos, se enfrenta al reto de documentar los orignes de ese trato especial por medio de un pacto.

El Salvador murió para redimir y establecer gentes de todas las naciones, no de una sola nación política.
Como el Cordero inmolado de Dios, Jesús «…con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.» (Apocalipsis 5: 9). El propósito de la cruz fue reunir a personas de distintas naciones, no para dar prioridad a un estado politico.

Las personas adulta de los Estados Unidos, les puede gustar cantar Lee GreenWood «Dios bendiga a los EE.UU.» y festejar con colores rojo, blanco y azul en la epoca de julio, mes de la independencia.Pero esta historia, no se trata de colores, de idiomas, o acontecimientos historicos.
En Cristo, no hay ni Judio, ni griego, ni americano, ni paquistaní (Gálatas 3:28). Todos los diversos origenes étnicos y todas las nacionalidades, encuentran una unidad espiritual en Él.
El pueblo estadounidense puede verse beneficiado por la influencia cristiania, pero ello no es ninguna base solida para afirmar que Yavhé, el Dios de todo el universo, tiene una relación especial con los EE.UU. por ser su pueblo escogido.

Fuente: http://www.relevantmagazine.com

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