Cuando la espiritualidad no lo es todo

A menudo me encuentro con frases como: «Enamórate de alguien que ame a Dios porque esa persona sabrá amarte de verdad» o «No te conformes con cualquiera, elige a alguien que ame a Dios», y similares. Incluso es posible que haya compartido alguna vez este tipo de frases en el muro de Noviazgo Cristiano en Facebook.

Hoy, sin embargo, quiero desafiar un poco este tema.

Vivimos en un mundo imperfecto con personas imperfectas, y aunque en un mundo perfecto estas frases serían una garantía, la realidad es que enamorarse de alguien espiritual no asegura el éxito de tu noviazgo. He presenciado tristemente divorcios entre personas que tenían una gran afinidad espiritual, algunos incluso debido a la infidelidad. Las personas son cambiantes y pecadoras; que hoy tu pareja parezca espiritual no garantiza que mañana no deje a Cristo y sea infiel.

Hay dos tipos de personas: las genuinamente espirituales y las que solo aparentan serlo. La espiritualidad y la conversión no siempre van de la mano. Tal vez hayas conocido a personas que aparentan ser muy espirituales en la iglesia pero tienen un trato distante y poco empático en su vida diaria.

Imagina enamorarte de alguien con quien conectas espiritualmente, idealizas la relación, pero luego descubres que emocionalmente no hay conexión. La persona resulta fría, distante, carente de empatía. Muchas veces creemos que la espiritualidad es el único factor crucial en una relación, pero desafortunadamente, no siempre es así.

No estoy diciendo que no debas buscar a alguien espiritual o que debas buscar fuera de la iglesia. Quiero enfatizar que no debes aceptar como verdad absoluta todas las frases que nos presentan como recetas mágicas. El éxito de una pareja no está garantizado al 100 % solo porque ambos sean cristianos y decidan seguir a Dios.

Es crucial considerar todas las áreas de la relación, no solo la espiritual. La atracción física, la conexión mental y la espiritualidad deben equilibrarse para que la relación funcione. No te dejes llevar solo por el aspecto físico o la aparente espiritualidad de alguien. Es esencial evaluar si la espiritualidad que muestra en público es genuina en su trato contigo.

Es necesario centrarse en las tres áreas y no dejarse llevar solo por lo físico o lo aparentemente espiritual. Cada relación es única, y aunque Dios debería ser el fundamento, las personas a veces no reflejamos bien a Dios en nuestras vidas y relaciones. No confíes de inmediato en alguien que parezca santo/a ni te dejes engañar por frases que suenan como recetas mágicas para un matrimonio feliz.

Conoce bien a esa persona antes de establecer una relación y descubre si tiene un lado emocional saludable. Pide sabiduría a Dios para evitar trampas físicas, emocionales o espirituales.

 
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