La IA utiliza el sudario para revelar el rostro de Jesús

La inteligencia artificial ha utilizado el sudario de Turín como referencia para crear la imagen más clara de cómo Jesús podría haber lucido en realidad.

La sudario de Turín ha sido durante mucho tiempo motivo de misterio y controversia, con afirmaciones de que alguna vez envolvió el cuerpo de Jesucristo después de su crucifixión. Ahora, gracias a la inteligencia artificial, como la utilizada en Midjourney, la tecnología puede producir una representación realista de Jesús.

La imagen generada por inteligencia artificial muestra a un hombre con cabello largo y barba, con los ojos abiertos y mirando directamente hacia afuera, con una parte de su cuerpo visible. Aunque esto sigue siendo simplemente una interpretación moderna realizada por un dispositivo contemporáneo, los resultados son impresionantes.

La historia de la Sábana Santa de Turín es tan enigmática como la imagen que porta. Cuando fue revelada por primera vez al público hace seis siglos, surgieron escépticos que dudaron de su autenticidad. El obispo francés Pierre d’Arcis, en una carta al Papa Clemente VII en 1390, argumentó que la Sábana Santa probablemente era una astuta falsificación diseñada para engañar a la gente y extraer dinero de ellos. Sostuvo que era más probable que alguien la declarara falsamente como el verdadero sudario de Jesús.

Investigaciones científicas a lo largo de los años han añadido al misterio. La datación por radiocarbono situó la creación del santo sudario entre 1260 d.C. y 1390 d.C., lo que planteó preguntas evidentes sobre su conexión con Jesús. En 1979, la Comisión de Turín sugirió que las manchas misteriosas no eran sangre, sino pigmentos. Además, en 2018, científicos forenses publicaron investigaciones en la Revista de Ciencias Forenses afirmando que la sudario había sido creada artificialmente.

A lo largo de estos debates, el saudario de Turín sigue siendo un tema de fascinación, planteando preguntas teológicas, históricas y científicas que desafían persistentemente nuestra comprensión de esta antigua reliquia. Y ahora tenemos la inteligencia artificial.

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