Los Millennials y Generación Z prefieren no tener bebés

Ya lo sabiamos… cada vez es más frecuente. Pero el número sigue creciendo en aquellos jóvenes adultos que optan por no tener hijos.

Una encuesta reciente realizada por la agencia de investigación OnePoll arroja luz sobre los sentimientos predominantes entre 1,000 adultos de 18 a 34 años que aún no han emprendido el viaje de la paternidad. Solo la mitad de los encuestados planea formar una familia, mientras que uno de cada cuatro ha decidido firmemente no tener hijos en absoluto.

Para la mayoría de los jóvenes adultos, la decisión se debe a la priorización de ellos mismos y su crecimiento personal, con un 49 por ciento citando el deseo de centrarse más en el desarrollo personal como su motivo principal. Además, el 47 por ciento compartió que las preocupaciones financieras son un obstáculo importante, mientras que el 38 por ciento estaba ansioso por traer a un niño al mundo, lleno de incertidumbre y desafíos.

Además, las preocupaciones ambientales son un factor para el 35 por ciento. Las aspiraciones profesionales y problemas de salud existentes también fueron factores influyentes, contribuyendo a las decisiones del 28 y el 22 por ciento de los encuestados, respectivamente.

Sin embargo, a pesar de su decisión personal, el 71 por ciento de los adultos jóvenes compartieron que se sienten presionados por la sociedad para tener hijos. Específicamente, el 40 por ciento de estas personas experimentan esta presión directamente de sus propios familiares, siendo las madres la fuente más probable de tal influencia, seguidas por las abuelas y los padres.

«Durante generaciones, tener hijos ha sido simplemente lo que se hace, pero parece que las personas más jóvenes están decidiendo cada vez más no hacerlo», dijo un representante de OnePoll.

Sin embargo, las decisiones y los sentimientos pueden seguir cambiando con el tiempo, compartió el portavoz. La encuesta encontró que en promedio, los encuestados consideraban que los 28 años de edad son la edad ideal para comenzar la paternidad, lo que significa que algunos encuestados más jóvenes pueden cambiar sus respuestas después de algunos años.

«Hay innumerables razones por las que alguien puede decidir tener hijos», dijo el portavoz. «Pero, por otro lado, también hay tantas razones igualmente válidas para no querer transmitir su ADN. Los adultos jóvenes deberían sentirse empoderados para tomar sus propias decisiones, y también es importante ser flexible y darse cuenta de que las cosas en la vida pueden cambiar. Alguien puede decidir a los 25 años que nunca quiere tener hijos y luego cambiar de opinión a los 35, lo cual está perfectamente bien».

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