¡Pelea por tu matrimonio! Aunque te digan lo contrario

¿Quieres que tu matrimonio sea fuerte, pero a veces sientes que estás luchando solo? Sé que a menudo parece que rendirse es más fácil que seguir luchando. Incluso en una sociedad donde el divorcio parece una solución rápida, quiero recordarte que hay esperanza. Aunque el mundo te diga que no vale la pena luchar por tu matrimonio, déjame decirte algo: ¡vale la pena!

Puedo escuchar las voces que te rodean: «Es solo un papel firmado», «Si no eres feliz, ¿por qué seguir casado?», «Simplemente deja de luchar». Pero, ¿sabes qué? Tú tienes el poder de decidir qué hacer con tu matrimonio. Si decides luchar, no estás sola. Dios está contigo en esta batalla.

En las páginas de la Biblia, vemos a Dios retratado como nuestro defensor, nuestro refugio, nuestra fuerza. En el Salmo 33, se nos recuerda que los ojos del Señor están sobre aquellos que le temen, que esperan en Su amor inagotable.

¿Por qué Dios quiere que luches por tu matrimonio?

Porque el matrimonio fue Su idea desde el principio. Después de crear el mundo y al hombre, Dios vio que no era bueno que el hombre estuviera solo. Así que creó a la mujer y presentó a Adán a Eva en la primera ceremonia de bodas de la historia.

Adán describió a Eva como «huesos de mis huesos y carne de mi carne», mostrando la intimidad y la unión que Dios diseñó para el matrimonio. ( Génesis 2:18-25 ).

Incluso Jesús, siglos más tarde, reiteró la importancia del matrimonio. Él recordó a Sus seguidores que desde el principio Dios había unido al hombre y a la mujer en una relación indisoluble. El matrimonio es un pacto sagrado, diseñado para reflejar el amor inquebrantable entre Cristo y Su iglesia.

Cuando te comprometes en matrimonio, estás diciendo que Jesús es el centro de tu vida. Estás confiando en que el plan de Dios para el matrimonio es más grande que tus propias expectativas.

Entonces, no importa lo que diga el mundo, no importa cuán difícil parezca, lucha por tu matrimonio. Porque en esa lucha, estás reflejando el amor de Dios y Su compromiso incondicional. No te rindas, ¡vale la pena!

Cómo pelear por tu matrimonio

Nunca te Rindas:

Todos los matrimonios enfrentan desafíos. Estas pruebas están destinadas a fortalecer nuestro amor por nuestra pareja, al igual que las pruebas fortalecen nuestra relación con Cristo (1 Corintios 7:28). Si sientes que las dificultades son abrumadoras, está bien pedir ayuda. Considera buscar la orientación de un consejero profesional o acude a una pareja mayor casada que pueda brindar apoyo en los momentos difíciles.

Toda relación sólida requiere dedicación, compromiso y comunicación. Debemos aspirar a que nuestro matrimonio sea grandioso y esforzarnos por mejorarlo cada día, sin importar las circunstancias que enfrentemos.

Lucha por tu Matrimonio, no Contra él:

Cuanto más inviertas en tu matrimonio, más valor tendrá para ti. Lucharás por lo que inviertes y valoras. Aquí hay dos formas de asegurarte de que estás luchando por tu matrimonio y no contra él:

  • Enfócate en ti mismo y en lo que puedes cambiar antes de señalar lo que tu cónyuge debería cambiar.
  • Intenta evitar usar la palabra «tú» durante las discusiones. En su lugar, enfócate en el «yo». Por ejemplo, di «Sé que he estado haciendo esto y lo siento», en lugar de «Sabes que no deberías hacer eso y necesitas disculparte».

Asumir la responsabilidad por tu parte en los problemas puede reducir muchas tensiones en tu matrimonio. Esta es la forma en que demuestras tu compromiso de marcar la diferencia.

Protege y Fortalece tu Matrimonio

Dios constantemente llama a las personas hacia Él, y sabemos que Jesús regresará algún día para restaurar nuestro mundo (Apocalipsis 21:4). Mientras tanto, Satanás busca desunir a las parejas, desviando la atención de la salvación de Jesús. Los matrimonios son objetivos de Satanás porque son valiosos para Dios. Si puede sembrar discordia entre esposos, puede hacer que tanto creyentes como no creyentes cuestionen el diseño divino para las relaciones. El engaño es la principal arma de Satanás, generando dudas sobre el amor y la sinceridad en la relación. Protege tu matrimonio protegiendo tu mente y enfocándote en lo verdadero y noble (Filipenses 4:8).

Alimenta tu Relación:

Al igual que una planta sana requiere cuidado constante, un matrimonio necesita nutrirse para crecer. Un matrimonio sólido, arraigado en el amor, puede resistir cualquier conflicto. Pedro nos recuerda la importancia del amor profundo entre los cónyuges (1 Pedro 4:8). Ama a tu pareja profundamente, preguntándole qué lo hace sentir amado y actuando en consecuencia. Prioriza tu matrimonio sobre otras responsabilidades, sabiendo que lo que alimentas es lo que crecerá.

Ora por tu Matrimonio:

La oración es una herramienta poderosa en la lucha por tu matrimonio. Alinea tus acciones con la voluntad de Dios y fortalece tu fe y obediencia. Ora por tu cónyuge y por ti mismo, pidiendo a Dios que te ayude a ver a tu pareja como Él lo hace y a transformarte para ser más como Jesús (Romanos 12:9-12). Confía en que Dios obrará en ambos mientras buscas fortalecer tu unión.

Recuerda, en History Maker rechazamos cualquier forma de violencia doméstica. Si estás experimentando abuso, busca ayuda profesional de inmediato.

Si quieres ser libre de la masturbación puedes leer el siguiente articulo.
 

Comentarios

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *