Satisfacción en Jesús

En el hermoso salmo 45, encontramos una joya de verdad: no basta con que Jesús gane nuestros corazones; Él anhela ser la satisfacción de nuestros corazones. Muchos creyentes viven altibajos basados en sus circunstancias, pero como novia de Cristo, la satisfacción total en Él es esencial.

«La Belleza que Atrae al Rey»
El Salmo 45:11 “Y deseará el rey tu hermosura”. ¿Qué esa hermosura? nos revela que la belleza que atrae a Jesús es la adoración en la hermosura de la santidad. Es ese compromiso total, el acto de dejar todo a un lado y dedicarse sólo para Él. El Espíritu Santo le dice a la esposa de Cristo: «Si dejas todo a un lado, te olvidas de todo lo demás y te adornas sólo para él, entonces él deseará tu belleza». ¡Esto significa que ningún trabajo, ninguna persona, ninguna relación puede interponerse entre ustedes! . Nuestra devoción se refleja en la dedicación, haciendo que Jesús desee nuestra hermosura.

«Ningún Obstáculo entre Tú y Él»
Nada debe interponerse entre nosotros y Jesús. Así como una esposa piadosa encuentra a su esposo más atractivo cuanto más piadoso se vuelve, nuestra belleza radica en la dedicación completa a nuestro Señor. Jesús desea que estemos totalmente enfocados en Él, dejando de lado cualquier distracción o barrera.

La belleza que exhibimos nos hace la niña de los ojos de Jesús. En este contexto, «deseo» significa un anhelo profundo y apasionado. Jesús se acerca a nosotros con un deseo rebosante, encontrando alegría en nuestra dedicación exclusiva a Él.

La Hermosa Devoción que Enamora

La novia de Cristo es toda gloriosa porque está dedicada a su novio. La belleza interior de una devoción total se refleja externamente. La dedicación continua, la alegría en su presencia y el deseo constante de estar con Él hacen que la novia de Cristo sea un testimonio radiante de amor.

Que nuestra devoción total a Jesús no solo nos haga atractivos a Sus ojos, sino que también inspire un anhelo en Él. Que cada momento dedicado a Él sea un acto de amor que profundice nuestra relación y nos haga verdaderamente hermosos a Sus ojos. De hecho, la novia de Cristo tiene una belleza interior que la hace bella en su exterior. Ella es “Toda gloriosa…” (Salmos 45:13) porque está dedicada a su novio.

 
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