Cómo tener una iglesia increíble, relevante, exitosa, y popular

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¡Saludos a todos y a todas!

Si estás leyendo esto, sabes que soy uno de los principales líderes de la iglesia hoy. Es un gustazo tenerlos por aquí. Ya saben cómo Dios ha bendecido todo mi esfuerzo y sabiduría, y ahora mi iglesia es esa de la que todos hablan y que todos quisieran pastorear. Pero, ¡no sientas pena por tu pequeña iglesia! Si sigues los consejos que voy a presentarte aquí, de seguro que en poco tiempo también tendrás una iglesia increíble, relevante, exitosa, y popular, así como yo la tengo. ¿No me crees? Solo síguelos cuando abras un local nuevo y ya verás lo que sucederá.

Sobre la Biblia

Trata la Biblia como lo que es: un libro muy, muy especial. Así que asegúrate de siempre usarla cuando estés dando tus opiniones o hablando de temas relevantes. Encuentra siempre un versículo que apoye lo que estás diciendo. Por supuesto, siéntete libre de usar cualquier versión que se asemeje mejor al mensaje que tú quieres darle a la congregación. ¡Qué bueno que tenemos muchas versiones de la Biblia en español! Así no tienes que preocuparte por los lenguajes originales (aunque, de vez en cuando suena muy bien decir “en el griego esta palabra también se usaba para…”, y buscar el significado que más te convenga).

Sobre el pastorado

Recuerda que las personas van a ser imitadoras de ti. Por tanto, procura siempre lucir positivo. Las personas ya están muy cansadas por lo que hay afuera, así que procura siempre estar sonriendo y asegurarles que todo va a estar bien. Si tienes algún tipo de problema o estás luchando con algún pecado, olvídate de eso al momento de la reunión y nunca muestres nada negativo. En vez de tener tanto cuidado de ti mismo, apunta a Jesús. Eso sí, procura estar siempre bien vestido y bien peinado; como Cristo, que siempre anduvo con una túnica increíble, tanto que hasta los soldados la querían para ellos.

Sobre la doctrina

¡La doctrina es importante! Pero no podemos olvidar que Cristo es relación, no religión. En vez de la palabra “doctrina” (que, seamos honestos, es un poco retrógrada), mejor habla de “enseñanzas” o de “descubrimientos”. Por supuesto, recuerda que un hombre con una experiencia le gana a un hombre con una doctrina. Lo más importante es que la gente experimente la presencia de Dios, no que tenga alguna idea sobre Dios. La espiritualidad es más importante que una “verdad”. (Y hay que ser humildes: nadie puede tener la verdad).

Sobre la predicación

Recuerda que muchas palabras son ofensivas para el hombre de hoy, así que procura no herir sensibilidades, mejor llamando pláticas a los sermones. Además, en vez de estar predicando todo el tiempo, es mejor dialogar con los que van a la reunión. Al final, Dios también nos habla a través de nuestras experiencias, testimonios, opiniones personales, y aun los buenos chistes. Y como esta es una generación visual, prepárate para siempre tener un video o alguna imagen que sea lo que las personas recuerden de la reunión. Mejor todavía si esa imagen tiene algo bíblico de fondo.

Sobre la adoración

La letra de la música es muy importante. Procura que sea un lenguaje fácil de entender y que no esté cargado de palabras raras como “propiciación”, “sacerdote”, y “ley”. Más bien busca canciones que digan mucho “gracia”, “gloria”, “presencia”, y que además mencionen a Jesús. Eso sí, presta muchísima atención al ritmo. Muchas veces es bueno usar lo que los fundamentalistas llaman “música secular” (¡como si todono fuera creado por Dios!) para que los inconversos se sientan como en casa. Y un consejo más: tendrás personas en tu reunión que no van a cantar muy bien, así que procura que se escuchen más los músicos y los cantantes que los asistentes.

Sobre Dios

Recuerda que Dios es grande, y que es uno y tres al mismo tiempo. Pero no te refieras a Dios como si fuera incomprensible. ¿Por qué crees que se ha revelado como Padre, Hijo, y Espíritu? ¡Porque es como nosotros! Así que, cuando le hables a tu gente sobre el Padre, diles que piensen en su propio padre, o en su jefe, o en un superior pero no tan superior; alguien con quien puedan entablar acuerdos mutuamente beneficiosos. Cuando les hables sobre el Hijo, diles que piensen en su mejor amigo, su compadre, su socio; o, mejor aún, su novio. Lo importante aquí es la horizontalidad de la relación. Y si les cuesta pensar en el Espíritu, diles que se enamoren de nuevo, que sientan esas mariposas en el estómago una vez más. Evita hablar de autoridad, de condescendencia, y por supuesto, de que Dios es tres veces santo. Nuestra generación no entiende esos conceptos. La idea es que la gente se sienta cercana a Dios. Para eso vino Jesús.

Sobre la iglesia

Recuerda que estamos en el siglo XXI, y la gente está perdida, buscando a Dios y tratando de encontrar una familia. Así que, en vez de usar nombres anticuados como ese mismo de “Iglesia” o algo así, mejor hablar de reuniones o comunidades. Recuérdales siempre a los que asistan que todos formamos partes iguales, y que estas reuniones son espacios para que todos puedan usar los dones que el Señor les ha dado y puedan cumplir los sueños que Dios tiene para con ellos. De eso se trata la iglesia: de que las personas se sientan completas. A menos que haya algún tipo de escándalo, tampoco te preocupes mucho por cómo viven tus líderes: todos estamos en el mismo camino.

Sobre los mensajes

Si quieres darle esperanza a tu iglesia, habla mucho sobre el cielo y poco (o nada) sobre el infierno. Un mensaje positivo siempre atraerá a más personas a Dios que uno negativo. Además, ¡ten mucho cuidado con el legalismo! El Maestro dio más consejos que mandamientos. Recuerda que Cristo es todo en todos. No andes dando mandamientos de hombres, sino más bien habla de Jesús. En vez de hablar de pecado, mejor habla de “herir el corazón de Dios”. Y recuerda que la verdadera santidad es amar a Dios y amar al prójimo, por lo que procura la justicia social más que la evangelización. La gente va a llegar sola a Dios, pero nosotros tenemos que ir a ayudar a los pobres y necesitados, como Jesús.

Hay otras cosas que son buenas para que tu iglesia crezca rápidamente y sea relevante y exitosa (como la oración, por ejemplo), pero no me da el espacio para hablar de ellas en este corto artículo. Preferí mejor darte los consejos más básicos, las cosas más importantes. He visto una y otra vez cómo Dios prospera con grandes números a los que hacen estas cosas, por lo que no me cabe duda de que es así como podemos ganarnos el mundo, catalizar un cambio, y cumplir los sueños de Dios. Después de todo, no hay nada más importante para Dios que nosotros, sus hijos. ¡Dios te bendiga!

Nota del editor:

Este escrito es una sátira, y como obra de ficción, busca ayudarnos a pensar en la verdad. Más que enfocarnos en cada detalle, o discutir sobre cuáles de estos consejos son válidos y cuáles no, aprovechemos el escrito para enfocarnos en lo más importante: el evaluar que todas nuestras prácticas ministeriales y que todas nuestras vidas estén fundamentadas en la Palabra de Dios y centradas en el evangelio. Grandes o pequeñas, más contemporáneas o más tradicionales, ¡que el Señor llene nuestras naciones de iglesias sanas!


Fuente: http://www.thegospelcoalition.org/coalicion/article/como-tener-una-iglesia-increible-relevante-exitosa-y-popular

Comentarios

1 Comment

  1. Agustín dice:

    Espero que en vez de tener una iglesia… exitosa, relevante y popular, etc. Seamos una iglesia que quiera vivir como Jesús vivió y demos la vida por los demás como Jesús. Que no busquemos un aplauso ni un reconocimiento, ni éxito, ni nuestra propia realización. Y por sobre todas las cosas que Dios nos conozca.

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