El año pasado mi esposo y yo nos mudamos a los Estados Unidos, con el propósito de realizar estudios en el Southern Baptist Theological Seminary, en preparación para el ministerio.
Mientras mi esposo realiza su especialidad, yo he estado cursando un programa que el Seminario tiene para las esposas de los estudiantes, Seminary Wives Institute. Una de las tantas áreas en las que me ha ayudado este programa es en conocer más a mi esposo a través de conversaciones que han sido de gran bendición para ambos, propiciadas por diferentes asignaciones de algunas clases.
Una de esas conversaciones tuvo que ver con las necesidades emocionales de cada uno. En una de las clases se nos dio un listado de distintas necesidades emocionales y la descripción de cada una, con el propósito de que identificáramos nuestras cinco principales necesidades y le preguntáramos a nuestros esposos cuáles eran las de ellos, para luego conversar al respecto. Quiero compartir contigo esta lista, y te invito a que puedas hacer lo mismo con tu esposo. Si lo hacen en oración y con el deseo de honrar al Señor con su relación, te aseguro que será de gran bendición para ustedes.
Por ejemplo: alguien pudiera entender que necesita más “Honestidad y apertura”, “Ayuda en el hogar” y “Recreación en pareja” de parte de su esposo. Cuando comunica esas cosas a su cónyuge, puede que note que las necesidades él son diferentes, y que él necesita de ti más “muestras de afecto” y “admiración”, aunque ambos compartan la necesidad de más recreación en pareja. Esto puede ayudarles a estar en la misma página en las cosas que deben crecer como relación. Examina cada una de estas necesidades y encuentra las tuyas, y luego exprésale a tu esposo que quisieras conocer las de él y compartirles las tuyas. Luego de que tu esposo comparta contigo sus principales necesidades, pídele perdón por aquellas que no has estado llenando y haz el compromiso de ser intencional en llenarlas.
Recuerda que como creyentes no debemos vivir buscando agradarnos a nosotras mismas, “no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás”, Filipenses 2:4. Nuestros matrimonios son un reflejo de la unión de Cristo y su iglesia, y en esa unión Él se dio a sí mismo por ella. Como cristianas, Cristo nos ha dado un ejemplo de no vivir para sí mismo (Juan 13:15), y eso incluye nuestro matrimonio.
Patricia es coordinadora de iniciativas femeninas de Coalición por el Evangelio, desde donde contacta autoras y adquiere contenidos específicos para la mujer. Es también voluntaria en el ministerio Aviva Nuestros Corazones. Actualmente está cursando el Seminary Wives Institute del Southern Baptist Theological Seminary. Está casada con Jairo desde el 2008. Puedes encontrarla en Twitter.
Fuente: http://www.thegospelcoalition.org/coalicion/article/conociendo-las-necesidades-emocionales-de-nuestros-esposos
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