¡Me equivoqué! ¿Ahora cómo regreso al plan de Dios?

¿Alguna vez te has sentido perdido, atrapado en un lugar al que nunca quisiste ir? Todos hemos estado allí, debido a nuestras decisiones. En algún punto del camino, pensamos que sabemos mejor que Dios, o incluso evitamos buscar Su plan por temor a que vaya en contra de nuestros deseos.

Pero aquí está la realidad: podemos tomar nuestras propias decisiones y trazar nuestro propio camino, pero no podemos escapar de las consecuencias de ir en contra de la voluntad de Dios.

Cuando te encuentres en un lugar oscuro, pensando, «¿cómo vuelvo atrás?» o «¿merezco al menos el perdón de Dios?», ten cuidado. Es precisamente en esos momentos cuando el enemigo intentará engañarte, haciéndote creer que Dios no está dispuesto a perdonarte.

Si alguna vez te encuentras en esta situación, llena de miedo y culpa, te recomiendo lo siguiente:

1. Ten un tiempo íntimo con Dios:

Encuentra un lugar tranquilo donde puedas hablar sinceramente con Él. Desahógate, compártele tus pensamientos, tus temores y tus decepciones. No hay nada que puedas decir que sorprenda a Dios; Él ya conoce tu corazón. El simple hecho de buscarlo muestra tu deseo genuino de volver a Su camino.

«Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.»
(Salmos 103:8-10)

2. Reflexiona sobre tus decisiones y aprende de ellas:

No podemos seguir adelante sin aprender del pasado. ¿De qué sirve pasar la página si no aprovechamos las lecciones que nos deja? Nuestro pasado puede ser una fuente de sabiduría si estamos dispuestos a aprender de él.

«Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.» (Romanos 15:4)

3. Arrepiéntete y busca la dirección de Dios:

Reconoce tus errores, no solo como acciones que te han perjudicado, sino que también han herido el corazón de Dios. Pide perdón y decide seguir Su camino. Sus planes siempre son mejores que los nuestros.

«Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.» (1 Juan 1:8-9)

«Dios anhela entregarnos sus tesoros y hacer en nosotros su voluntad. Si fuimos creados de manera única, ¿por qué desperdiciar nuestra vida en algo que va en contra de Su plan?»

¿Y qué pasa si estoy convencido en seguir la voluntad de Dios y no sé cuál es?

A veces, aunque estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios, nos encontramos en un cruce de caminos sin saber cuál es el rumbo correcto. Nos asaltan las dudas y la incertidumbre, y nos preguntamos si el sendero que estamos tomando es el que Dios desea para nosotros. Sin un claro «sí» o «no» de parte de Dios, nos sentimos paralizados, incapaces de avanzar al siguiente paso.

Pero, ¿cómo saber si la decisión que estamos a punto de tomar está alineada con la voluntad de Dios? Aquí te dejo algunos filtros que pueden ayudarte:

No contradice la palabra de Dios:

Si la decisión que estás considerando no contradice claramente los mandatos de Dios, es un buen indicio de que estás en el camino correcto.

Cuenta con el apoyo de consejeros sabios:

Busca consejo en personas que posean la sabiduría que proviene de Dios. Ten cuidado con aquellos que te aconsejen desde sus emociones o con motivos egoístas. Los consejeros sabios oran por ti, buscan la dirección de Dios para tu vida y te brindan su apoyo con amor.

Sientes paz en tu corazón con la decisión:

sAunque la decisión pueda generar temor, si sientes una paz interior que te asegura que todo saldrá bien, es probable que sea la paz que Dios te da para seguir adelante.

Es importante recordar que incluso si la decisión pasa por estos filtros y estás segura de que es la voluntad de Dios, eso no significa que el camino estará exento de dificultades. Las pruebas y tribulaciones forman parte de la travesía de la vida, pero Dios puede utilizar cada experiencia para moldearnos a su imagen.

Recuerda siempre: ¡Dios es bueno en todo momento! Su voluntad es buena, agradable y perfecta. Confía en Él y sigue adelante con valentía, sabiendo que Él está contigo en cada paso del camino.

Fuente: explorarDios
 
Para más novedades puedes visitar nuestra sección de Un Minuto Positivo
 

Comentarios

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *