Pierden custodia de su hija por negarse a afirmar su identidad de género

Los padres cristianos Todd y Krista Kolstad han afirmado que perdieron la custodia de su hija de 14 años después de negarse a permitir que se sometiera a una medicalización trans experimental. El gobernador republicano de Montana, Greg Gianforte, ha declarado que los funcionarios estatales siguieron la política estatal en este caso.

Según los Kolstad, su oposición a permitir que su hija se sometiera a este tratamiento se debe en parte a sus valores, moral y creencias religiosas. El Departamento de Servicios para Niños y Familias de Montana tomó al adolescente bajo su cuidado el mes pasado.

El caso ha generado controversia, con el gobernador Gianforte declarando que su vicegobernadora, Kirsten Juras, revisó el caso y determinó que se siguieron las políticas y leyes estatales. Esto se produce en el contexto de la firma por parte de Gianforte de un proyecto de ley que prohíbe las cirugías de alteración corporal para menores con disforia de género.

Los Kolstad afirman que su hija siempre ha tenido problemas de salud mental y ha expresado deseos de atención. Según los informes, la adolescente mencionó pensamientos suicidas y supuestamente intentó suicidarse consumiendo productos químicos, aunque no se encontraron sustancias tóxicas en su cuerpo.

La situación se complicó cuando el personal del hospital comenzó a tratar a la adolescente como un chico, a pesar de las objeciones de los padres. Después de intentar obtener tratamiento especializado para su hija, los Kolstad se enfrentaron a la posibilidad de que fuera trasladada a una instalación en Wyoming, donde creían que las leyes sobre la transición de menores podrían permitir procedimientos médicos sin el consentimiento de los padres.

Cuando los padres se negaron a aprobar este traslado, los Servicios para Niños y Familias supuestamente llegaron a su casa con la policía y sacaron a la adolescente, alegando que los Kolstad no podían o se negaban a proporcionar atención médica. La situación ha dejado a los padres preocupados por la salud mental y el futuro de su hija, y se han comprometido a desafiar la orden judicial de no discutir el caso en un esfuerzo por evitar que otras familias enfrenten una situación similar.

 
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